El programa piloto iniciado en diciembre de Países Bajos para que las tiendas puedan vender cannabis cultivado de manera legal se ha ampliado este lunes a un total de diez ciudades, con el inicio de una nueva “fase de transición” que durará, en principio, hasta mediados de septiembre.
El experimento arrancó en Tilburgo y Breda, en el sur del país, pero ahora cuenta con ocho localidades más. La ministra de Sanidad, Pia Dijkstra, ha enfatizado en un comunicado que los análisis “a pequeña escala” permitirán ir afinando el sistema con vistas a la “fase experimental”, que durará ya cuatro años.
El Gobierno quiere controlar la droga que llega a los tradicionales ‘coffee shops’ para garantizar su trazabilidad sanitaria y, al mismo tiempo, intentar reducir el mercado clandestino –entre los datos a examinar durante este experimento figuran cuestiones de orden público y seguridad–. El Ministerio, no obstante, incide en que “el consumo de cannabis siempre conlleva riesgos”.
La medida choca sin embargo con la doctrina del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, la formación más votada en las últimas elecciones parlamentarias y miembro del futuro Gobierno de coalición. No obstante, el Parlamento ya ha rechazado cualquier posible veto.