Phoenix (EE.UU.), 19 abr. Con una impactante mayoría de camisetas de El Tri tanto en los alrededores como dentro del estadio, Phoenix vivió este miércoles con intensidad y pasión un nuevo capítulo de la rivalidad futbolística entre México y EE.UU.
El State Farm Stadium, el recinto en el que se jugó el último Super Bowl de la NFL, acogió a una marea verde de miles y miles de aficionados de la selección mexicana que llegaron hasta Glendale, una de las ciudades que conforma la zona metropolitana de Phoenix, para disfrutar de este partido amistoso.
En los aledaños del estadio parecía que México jugaba de local ya que por todos los lados se veían camisetas del Tri en tanto que los aficionados estadounidenses se encontraban en minoría.
Entre cervezas y tequila, carne asada y música regional mexicana (incluidas algunas bandas en vivo), los seguidores de México animaron la previa de este amistoso mientras los vendedores ambulantes ofrecían al público camisetas, sombreros y banderas tricolores.
“Para mí, la neta que sí ganamos hoy”, dijo a Efe Isaac, de Phoenix y que acudió a este encuentro con una máscara de lucha libre y con una bandera mexicana a los hombros.
Acompañado por otros tres amigos y a gritos de “¡México, México!”, este joven contó que ya había visto a la selección en otras cinco ocasiones y pronosticó que esta vez el combinado dirigido por Diego Cocca se llevaría el encuentro por 3-1.
Este partido era solo un amistoso, pero en el horizonte de este verano para EE.UU. y México figuran la Copa Oro y la Liga de Naciones de Concacaf y, en solo tres años, el Mundial de 2026 que organizarán junto a Canadá.
“México va a llegar mejor que EE.UU. al Mundial”, aseguró Isaac.
El mismo ambiente de mayoría mexicana se vivió ya en las gradas el State Farm Stadium, que, aunque no se llenó, sí presentó una muy buena entrada con más de 50.000 espectadores, según la estimación de la retransmisión estadounidense (el aforo del recinto es de 63.000 personas ampliable a 73.000). EFE
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