Un grave hecho de inseguridad tiene consternados a los habitantes de Ocaña (Norte de Santander), en la conflictiva región del Catatumbo, luego de que el sacerdote Ramón Arturo Montejo fuera asesinado en medio del robo de su vehículo hacia el mediodía del martes 4 de junio, según informaron en la Conferencia Episcopal de Colombia.
“Fue un hombre de fe inquebrantable, cuyo compromiso con la evangelización y el servicio a los más necesitados dejó una huella imborrable en nuestra Diócesis. Condenamos profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un Sacerdote que dedicó su vida a difundir el mensaje de paz y amor de Jesucristo”, expresó en un comunicado monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la Diócesis del mencionado municipio.
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El prelado también un hizo un llamado para que se avance en las investigaciones por ese caso y el crimen no quede en la impunidad.
“Rechazamos categóricamente este acto de barbarie que atenta no solo contra la vida de un ser humano, sino también contra los principios fundamentales de convivencia y humanidad. Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que se investigue a fondo este crimen; pedimos a todos los fieles mantener viva la memoria del Padre Ramón Arturo y seguir trabajando por acciones que promuevan la paz, la reconciliación y el respeto por la vida”, agregó en el comunicado.
El alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, también se pronunció por ese caso y recordó que el padre Montejo había llegado a ese municipio a trabajar en iniciativas de reconciliación.
“Ayudaba en la construcción de paz. Junto con la defensoría del pueblo realizó una importante labor de acompañamiento a las familias de secuestrados logrando inclusive, con su gestión, ayudar a que la familia que tenía secuestrados pudieran contar de nuevo con los seres queridos. Lamentamos y rechazamos este tipo de hechos”, afirmó en un video.
El mandatario local aseguró que trabajarían en conjunto con las autoridades para poder con los responsables del crimen.
El brutal homicidio
A plena luz del día los asesinos del sacerdote lo atacaron con arma blanca cuando se encontraba en el parqueadero en el que había dejado estacionado su vehículo, recogieron del hecho en el informativo de televisión Noticias Caracol.
Una vez en el lugar se metieron a la fuerza a la camioneta, cuando el padre Montejo se dirigía a cumplir con sus labores religiosas, y luego de herirlo, en lo que sería un forcejeo, lo arrojaron al suelo, encendieron el automotor y se lo pasaron por encima, lo que provocó su deceso, informaron en la emisora Blu Radio.
Agregaron que el demencial hecho ocurrió exactamente en el barrio Jesús Cautivo, donde la Policía inició un plan candado con el que lograron dar con el vehículo en el sector de San Fermín, a 3 kilómetros del lugar del homicidio, así como lograron la captura de uno de los responsables del escabroso homicidio del también presbítero que tenía 45 años de edad en el momento de su trágico fallecimiento.
El Catatumbo es una región bastante convulsionada en la frontera con Venezuela, donde hay injerencia no solo de grupos insurgentes que se disputan las rentas ilegales como el narcotráfico, sino también de estructuras criminales que cometen todo tipo de delitos.
El hecho de violencia más reciente, previo al homicidio del párroco, fue el secuestro de la fotógrafa Yusli Tatiana Arévalo fue liberada, quien fue plagiada a mediados del mayo en su finca que se ubica en la vereda Aguas Claras, en zona rural de Ocaña.
Afortunadamente fue liberada seis después de que fuera retenida ilegalmente por hombres armados que llegaron hasta el inmueble.