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El próximo domingo 23 de julio la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se juega mucho. La política se presenta como cabeza de su propio partido, Sumar, el cual fundó hace un año y con el que quiere convertirse en la primera presidenta de España. De conseguirlo, no solo su vida cambiará para siempre, también la de su familia y especialmente la de su marido, que pasaría a ser el ‘primer caballero’ de la democracia y, con ello, ganaría relevancia.
Hasta la fecha se conoce muy poco del hombre con el que Yolanda comparte su vida desde hace años, Juan Andrés Meizoso, quien es su mejor y gran apoyo. Gallego como ella, tienen una larga y bonita historia en común, pues se conocieron cuando la ministra era todavía estudiante, en su provincia natal, en una época en la que ya mostraba interés por la política.
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Oficializaron su historia de amor en noviembre de 2004 con su boda, una ceremonia que tuvo lugar en Galicia, como no podía ser de otra manera, y en la que Yolanda sorprendió gracias a su look, pues apostó por un vestido de color rojo. Su marido, por su parte, llegó al altar de beis. Desde entonces su relación ha estado marcada por la solidez y la discreción, pues pese a su popularidad Díaz siempre ha querido mantener a Andrés en un discreto segundo plano, de ahí que para el público general sea una persona casi ‘invisible’. De hecho, una de las pocas ocasiones en las que ha hablado de él fue para decir que está “profundamente enamorada” de él.
Tienen una hija en común que se llama Carmela, que nació en 2012 y debe su nombre a su abuela materna. “Mi hija habla todos los días de su abuela Carmela, o sea que la tengo muy presente”, contó Yolanda Díaz durante una entrevista con Jorge Javier, recordando así a su madre, fallecida hace unos años.
La profesión de Andrés Meizoso no tiene nada que ver con la de su mujer y es que él trabaja como delineante arquitectónico en una empresa de Madrid, donde se trasladó con su hija hace menos de dos años. Cuando Yolanda Díaz se convirtió en diputada en el Congreso decidieron que mantendrían su residencia oficial en Galicia, pero tras ser nombrada ministra de Trabajo la situación cambió pues no podía volver a casa tan a menudo. Así fue como, a finales de 2021, tras conseguir un nuevo puesto de trabajo, Andrés y Carmela se mudaron a la capital para apoyar a Yolanda en una época muy emocionante, pero también exigente, de su vida.
Hasta el año 2020 era habitual que la gallega compartiera imágenes con su marido en sus redes sociales, pero a partir de ese momento, según iba aumentando su popularidad pública su perfil de Instagram pasaba a centrarse en su carrera política. Pero gracias a esos post del pasado se conocen algunos detalles de Andrés, como que le gusta cocinar y es que en más de una ocasión Yolanda Díaz ha aplaudido sus platos y su dominio de los fogones.
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