Luis Lidón
Viena, 10 jun (EFE).- Austria llega a la Eurocopa 2024 con su equipo más competitivo en décadas -gracias a una generación que brilla en la Bundesliga alemana- aunque con notables ausencias como la del madridista David Alaba, quien, aunque no jugará, ayudará a sus compañeros desde el cuerpo técnico.
La columna vertebral de la selección alpina la forman el talentoso volante ofensivo Marcel Sabitzer, del Borussia Dortmund, el centrocampista del Bayern de Múnich Konrad Laimer, y el mediocampista del RB Leipzig Christoph Baumgartner.
Estos tres jugadores atraviesan un excelente momento de forma y aportan experiencia y calidad al conjunto austriaco.
Austria selló su billete para la Eurocopa como segunda del Grupo F con 19 puntos, después de perder un único partido frente al líder, Bélgica, que se clasificó primero, con 20 puntos.
El cambio en la selección ha sido claro desde que el alemán Ralf Rangnick se hiciera con las riendas del equipo en abril de 2022, tras la etapa del también germano Franco Foda, que no logró clasificar a los alpinos para el Mundial de Catar.
Desde su llegada, Rangnick revitalizó al equipo, inculcó un estilo muy dinámico, con una presión alta y un juego ofensivo y vertical, en línea con la filosofía Red Bull, ya que muchos de los internacionales austríacos se han formado en la cantera del Salzburgo o han pasado por ese club y el RB Leipzig.
Este cambio de juego se dejó ver desde el primer partido, cuando Austria derrotó por 0-3 a Croacia en la Liga de Naciones. Rangnick ha dado a Austria una identidad y una clara idea de juego.
El principal punto débil de Austria se encuentra en las dos áreas. Mientras que Sabitzer, Laimer, Baumgartner o Nicolas Seiwald, también del Leipzig, ofrecen garantías en la sala de máquinas, la situación tanto en defensa como en ataque es menos idílica.
Allí, la responsabilidad recaerá en la Eurocopa en Kevin Danso, central del Lens francés, quien tuvo hace poco una lesión en los abductores. Con Alaba ausente y Philipp Lienhart, central del Friburgo, todavía convaleciente, las opciones en la zaga son limitadas.
La defensa ha dado muestras de fragilidad y ciertos desajustes, que pueden ser una condena en una competición tan exigente como la Eurocopa, donde el primer partido de Austria será contra la subcampeona del mundo, Francia.
En ataque las esperanzas recaen en Michael Gregoritsch, del Friburgo alemán. El delantero de 1,93 metros mezcla actuaciones destacadas como su triplete en el 6-1 que Austria endosó a Turquía en un amistoso en marzo en Viena, con otras en las que cae en la irrelevancia.
En el banquillo estará el incombustible Marko Arnautovic que, con 35 años, sigue ofreciendo minutos de calidad en el Inter de Milán y que se presenta como el comodín que puede cambiar de ritmo un encuentro.
Austria ha sufrido una oleada de lesiones entre sus titulares.
Además de la de Alaba, el portero titular, Alexander Schlager, sufrió una reciente lesión en el menisco izquierdo que lo ha dejado fuera de Alemania 2024.
A la lista se suma también otro jugador clave, el volante defensivo del Leipzig Xaver Schlager, que sufrió un desgarro del ligamento cruzado. Sobre el central Lienhart recae la duda de si llegará a tiempo para el inicio de la competición.
Y, por último, otra baja por lesión que se notará es la de Sasa Kalajdzic, del Eintracht Fráncfort, uno de los pocos delanteros de garantías con los que contaba Austria.
Aunque Alaba no podrá jugar, su selección no renuncia a la capacidad de liderazgo de su capitán, ya que Alaba viajará a Alemania como miembro del cuerpo técnico austríaco.
Rangnick definió su papel como “Capitán fuera del terreno de juego”. Alaba, de 31 años, actuará como enlace entre el vestuario y el cuerpo técnico, aportando así su “experiencia y carisma”.
Austria probablemente jugará con un 4-2-3-1 con Gregoritsch en ataque como único punta. Debido a la ausencia de Schlager, Nicolas Seiwald y Florian Grillitsch formarán el doble pivote defensivo en el centro del campo. EFE
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