Sídney (Australia), 26 abr (EFE).- El ex primer ministro de Australia Scott Morrison reconoció este viernes que durante su mandato, entre agosto de 2018 y mayo de 2022, tomó medicamentos para hacer frente a una ansiedad que le “debilitaba” y que le ayudó a evitar caer en depresión.
“No podía señalar un momento en particular. Fue un período muy estresante y la combinación del peso de los problemas, la cantidad de horas que trabajábamos, las exigencias físicas que conllevaba y, para ser honesto, las cosas en China fueron tan angustiosas, si no más, que la pandemia. Eres de carne y hueso y eso empezaría a impactarme”, escribe Morrison en un extracto de sus memorias publicado por el diario The Australian.
Durante los años que permaneció en el cargo, el mandatario australiano mantuvo una relación tensa con China, principal socio comercial del país austral, que conllevó a que la nación asiática impusiera aranceles a numerosos productos australianos, como el vino, la carne de vacuno o la madera.
La discordia entre Pekín y Camberra comenzó cuando el Gobierno de Morrison prohibió en 2018 la implementación de los servicios de 5G de las empresas chinas Huawei y ZTE por razones de seguridad, aunque llegó a su punto álgido cuando Australia trató de impulsar una investigación independiente sobre el origen de la covid-19.
Como respuesta China impuso desde 2020 una serie de restricciones comerciales a varios productos de Australia, que en los últimos meses se han ido relajando tras impactar con dureza en la economía del país oceánico.
La isla-nación, como el resto de países del mundo, también se vio afectada por la crisis sanitaria mundial, que en Australia dejó alrededor de 20.000 fallecidos -según cifras oficiales- a pesar de implementar férreas restricciones que fueron muy criticadas.
“Mi médico se sorprendió de que hubiera durado tanto antes de buscar ayuda (…) Sin esta ayuda se habría manifestado una depresión grave. Lo que me impactó fue la combinación del puro agotamiento físico con la implacable e insensible brutalidad de la política y los ataques de los medios”, reconoce Morrison.
El ex primer ministro, que publicará sus memorias titulada “Planes para su bien: el testimonio de un primer ministro sobre la fidelidad de Dios”, probó otros métodos para afrontar su ansiedad, como nadar y cocinar, pero no fueron suficientes.
“Temes el futuro y no puedes levantarte de la cama (…) Puede paralizarte mental y físicamente”, confiesa el expolítico, quien se retiró el pasado enero, al admitir por primera vez en público los problemas que padeció.
“Compartir mi historia tiene como objetivo animar a otros y normalizar y desestigmatizar lo que es muy común para muchos australianos. Claro que fue difícil, pero mi fe, mi familia y la ayuda que busqué me permitieron seguir adelante con el trabajo”, exhorta Morrison en X al promocionar su libro.
Al igual que Morrison, otros políticos se han sincerado sobre sus problemas en el poder.
Entre ellos la ex primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern quien dimitió en 2023 al confesar sentirse “agotada” o el ex primer ministro australiano Malcolm Turnbull quien reconoció que tuvo pensamientos suicidas en 2009 cuando era líder de la oposición.
En España, el presidente, Pedro Sanchez, anunció el miércoles en una carta a la ciudadanía que necesitaba unos días para “reflexionar” si continúa al frente del Gobierno a raíz de la “estrategia de acoso y derribo” por parte de grupos conservadores contra él y su mujer, Begoña Gómez, “en lo político y en lo personal”.