La cancha del barrio La Feria albergó el tradicional Lechona Fest. El olor de la carne oreada, chorizos de cerdo a las brasas, mazorca asada y, sobre todo, la lechona hizo que se acercaran cientos de visitantes durante el pasado fin de semana.
Desde las 10:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche, los amantes de este platillo criollo saciaron su antojo. Aunque en un inicio se esperaba contar sólo con porciones de lechona desde 12 mil pesos, lo cierto es que hubo múltiples opciones de donde escoger como lo fueron las picadas de res y cerdo, mazorcas bañadas en salsa tártara y hasta guarapo de frutas bien fresquito.
Aunque este festival está presente en otras partes del país como Bogotá o Ibagué, lo cierto es que la sazón santandereana es irremplazable.
Al respecto, la directora del Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga, Maylin Tatiana Jaramillo, manifestó que “la lechona santandereana es la mejor del país, tiene sus ingredientes y elementos distintivos. Es un privilegio que se ofrezca en el barrio en el que arrancó la Feria de la ciudad”.
Para esta edición se destacó un platillo ‘bien cargado’: la lechona súper especial con carne de cerdo, pollo, salchicha ranchera, huevos de codorniz y queso reinoso de Lechoncitos Pabón.
Gran parte de los negocios contaron con la ventaja de ‘jugar en casa’ ya que sus cocinas y restaurantes se ubican a escasos metros del escenario deportivo. Es por eso que los comerciantes fueron muy enfáticos en que “este festival es muy positivo, pero la idea es que la ciudadanía tenga presente que La Feria debe ser el destino ideal para ir a almorzar” manifestó Alirio Mendoza, propietario del Restaurante Ceba’s.
Por su parte, la edilesa Isabel Román expresó que “es importante recordar las raíces de este sector, de las familias que han hecho empresa. Estamos embelleciendo el barrio para recibir a los visitantes”.
Gracias al buen ambiente que se vivió y las buenas ventas generadas, se espera que se organicen más festivales gastronómicos en ‘la ciudad bonita’.
Hubo ‘papachona’ y pastel lechona
La ‘Papachona’ y el pastel horneado de lechona son dos innovaciones que trajo consigo el festival. La idea de estas propuestas gastronómicas era combinar comida callejera con el sabor inconfundible del cerdo y ‘el cuerito’. Con un costo de cinco mil pesos, más de uno se dejó seducir por esta combinación creada por los propietarios de Don Chanchito.
‘Guarapito’ pa’ la sed
Para ‘el picante sol’ de la jornada se ofreció un producto directo del campo y muy fresco: el guarapo de frutas. Por tan sólo tres mil pesos, los asistentes lograron refrescarse. Desde el barrio 23 de junio vino una familia que se sostiene desde el año 2020 con la venta de esta tradicional bebida.
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