El ministro ultranacionalista israelí Bezalel Smotrich ha reaccionado con dureza a las informaciones aparecidas este fin de semana en medios israelíes y que le apuntan como objetivo de posibles sanciones de EEUU, lo que constituiría a su entender un “golpe fatal” a las relaciones bilaterales entre ambos países.
Este pasado sábado, el portal de noticias estadounidense Axios informaba, citando a tres responsables estadounidenses bajo el anonimato, de que la Casa Blanca se estaba planteando seriamente sancionar a Smotrich y al también ultranacionalista ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, por obstaculizar constantemente las negociaciones de paz en Gaza, alentar a la violencia contra la población palestina y protagonizar iniciativas para proseguir con la expansión de asentamientos en territorio palestino ocupado.
Aunque los asesores presidenciales consideraban que Smotrich y Ben Gvir han secuestrado el proceso de paz — ambos han amenazado en repetidas ocasiones con abandonar el Gobierno de coalición israelí a la mínima que perciban concesiones en las negociaciones — el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rechazó en principio la propuesta de sus asesores porque, en principio, Estados Unidos jamás a sancionado a ministros de países que considera como estados democráticos, de acuerdo con la información de Axios.
Smotrich ha salido al paso de esta información calificando este planteamiento de “draconiano y antidemocrático”. “Se trataría”, ha hecho saber en un comunicado recogido por el diario ‘Times of Israel’, “de una decisión desafortunada que tendría su origen en las necesidades políticas internas de aquellos que dicen liderar la mayor democracia del mundo, pero que en realidad operan con herramientas antidemocráticas contra un valiente aliado como es Israel, la única democracia en Oriente Próximo”.
El ministro israelí asegura se ha declarado además “orgulloso” de su postura sobre Cisjordania, que tiene la intención de “evitar el establecimiento de un estado terrorista” y ha asegurado que está “dispuesto a pagar por ello el precio que sea necesario”.
“Las sanciones contra un ministro democráticamente elegido constituirían un golpe fatal a la soberanía de Israel y a las relaciones entre ambos países, con las consiguientes graves consecuencias en muchos aspectos”, ha añadido Smotrich antes de asegurar que ha trasladado este parecer “de manera inequívoca al primer ministro” de Israel, Benjamin Netanyahu.