El empresario Abraham Mina, propietario de una empresa que facturó casi tres millones de soles en publicidad para el programa del presentador Andrés Hurtado, reveló este domingo una reunión privada entre el conductor y el antiguo capo del narcotráfico Demetrio Chávez Peñaherrera, conocido como ‘Vaticano’.
“Lo encontré en la casa de Andrés. Estaban negociando justamente el contrato para que él pueda tener la representación para hacer la miniserie de ‘Vaticano’”, dijo en una entrevista concedida a Cuarto Poder, el dominical que reveló que Hurtado figura como representante legal del excapo, puesto en libertad en 2016 tras 22 años de prisión.
Según datos migratorios mostrados en el reportaje, Mina y ‘Vaticano’ tuvieron salidas coincidentes a Ecuador y Bolivia. Sin embargo, consultado al respecto, el empresario negó que hayan viajado juntos. “Para nada, solo lo he visto dos veces”, aseguró.
En los registros públicos, el presentador aparece desde junio de 2019 como apoderado del narcotraficante, quien le autorizó administrar sus bienes, realizar trámites bancarios, solicitar créditos, constituir empresas en su nombre y representarlo ante los medios como su manager. Elio Riera, defensa legal de Hurtado, ha declarado desconocer este vínculo.
En una entrevista con el diario Ojo en enero de 2020, el conductor reconoció que se reunía frecuentemente con ‘Vaticano’ después de su excarcelación y planearon una miniserie sobre su vida, que él presentaría en su programa. “Yo soy el dueño de la miniserie, tengo que estar, obvio. (…) ¿Si actuaría en la serie? Me encantaría”, afirmó entonces.
Actualmente, según La República, la Dirección Antidrogas (Dirandro) investiga si las propiedades y el poder económico de Hurtado están ligados al lavado de activos. “Cuando él aceptó los poderes de representación de ‘Vaticano’, sabía perfectamente que la fuente del dinero y de las propiedades de este, es la comercialización de la droga”, dijeron fuentes al diario.
Luego de ser detenido en 1994, el narco denunció que el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos le cobró 50.000 dólares mensuales en cupos para que los militares destacados en la zona selvática del Alto Huallaga permitieran la salida de avionetas con alijos de cocaína que enviaba a Pablo Escobar, al jefe del cártel del Medellín.
Se estima que traficó entre 300 y 450 toneladas de pasta de coca por año, el 80% de la producción peruana de la época, que luego se convertía en cocaína de alta pureza en Colombia. Su fortuna oscilaba entre 400 y 1,000 millones de dólares.
Manejo de dinero
En otro momento de la entrevista, Mina aseguró que, durante dos años, de 2018 a 2020, tuvo control del dinero que financiaba el programa de Hurtado. Según su testimonio, la inversión para cada episodio podía alcanzar los 20 mil dólares, y él se encargaba de conseguir los fondos a través de medios económicos como la publicidad.
Por ello, su empresa Mina Consultores SAC facturó casi 764 mil dólares, cerca de tres millones de soles. Parte de esa cantidad se utilizaba para enviar dinero a las hijas del presentador, quienes residen en Estados Unidos.
“Yo manejaba la cuenta, disponíamos de pagos para la gente. Disponíamos, si teníamos que hacer un evento grande, se pagaban las cosas de ahí. Parte de eso era utilidad de él”, dijo.
El empresario mencionó que, para registrar los pagos, tenía un libro de caja y este giraba recibos simples para la entrega de dinero. Debido a estas irregularidades, tanto él como Hurtado enfrentaron reveses con la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT).
“Tuvo problema él, después tuve problemas yo. Lamentablemente, yo vengo de un mundo informal, de trabajar en cumbia. Nosotros en este mundo hemos ido aprendiendo de a pocos”, señaló. Mina afirmó no temer a la prisión ni a lo que eventualmente Hurtado pueda decir mientras cumple una orden judicial de 18 meses de prisión preventiva.
También aseguró desconocer la presunta red de tráfico de influencias en la que está implicado el conductor, junto con la fiscal de lavado de activos, Elizabeth Peralta, y la ex jefa de la Superintendencia Nacional de Migraciones, Roxana del Águila. Cuando se le consultó si podría abandonar el país, respondió de manera escueta: “No puedo asegurar eso porque no tengo impedimento de salida”.