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Pamplona, 13 jul (EFE).- El séptimo y penúltimo encierro de los Sanfermines de Pamplona (norte de España) estuvo caracterizado por la velocidad de los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río Cortés que dejaron un herido por asta en una pierna y otros dos jóvenes trasladados al hospital por contusiones.
El herido por asta es un mozo mayor de 25 años que sufrió una herida penetrante en una pierna y los otros dos corredores son jóvenes de entre 18 y 25 años que presentan contusiones sin deformidad, uno en un brazo y otro en una pierna debido a un pisotón.
Con 2 minutos y 18 segundos de duración, este séptimo encierro -una carrera que cientos de personas realizan delante de doce astados, seis toros bravos y seis bueyes mansos- fue hasta el momento el más corto de esta edición de los Sanfermines haciendo así honor a su fama de rápidos. En las fiestas del año pasado fueron los más veloces.
Tras los habituales cánticos a San Fermín, a las ocho de la mañana se lanzó el cohete que abrió el portón de los corrales de Santo Domingo de los que parte la manada, como es habitual, encabezada por los cabestros que guían a los toros.
Así el grupo recorrió los primeros metros hasta su encuentro con los corredores que ya les estaban esperando y continuaron juntos y a gran velocidad hasta casi el final, con caídas de corredores.
En los últimos metros la manada comenzó a estirarse y un toro negro se situó en cabeza y recorrió también el tramo del Ayuntamiento de la ciudad pegado a la derecha, arrollando algunos corredores y provocando momentos de peligro para otros que ya se habían retirado.
De esa forma cruzaron la zona conocida como Mercaderes y se dirigieron a la famosa la curva de la Estafeta que superaron sin incidencias, con un manso en cabeza acompañado por tres toros.
Con la manada cada vez más estirada en esta emblemática calle, los corredores pudieron encontrar más huecos entre las astas, aunque la velocidad de los victorianos conllevó también sucesivas caídas y algún corredor arrollado.
Al final de la calle un toro negro se adelantó unos metros a sus compañeros y a un ritmo vertiginoso se dirigió hacia la zona conocida como Telefónica para entrar en la plaza pamplonesa. El resto de la manada le siguió divida en dos pero con escasa distancia entre ellos para completar el recorrido.
Fue en estos últimos metros en los que, según el parte médico provisional facilitado por Cruz Roja, un corredor resultó herido por asta de toro.
Una vez en el coso, poco a poco se introdujeron en chiqueros sin generar problemas ni hacer necesaria la intervención de los dobladores.
Los astados serán lidiados esta tarde por los toreros españoles Emilio de Justo y Tomás Rufo y el peruano Roca Rey.
