Una organización criminal que funcionaba como un centro de atención al cliente clandestino en la localidad de Bosa, Bogotá, fue desmantelada por el Gaula de la Policía Nacional.
La red criminal, conocida como Los Telefonista, se encargó de extorsionar a más de 2.000 personas, y obtenían de estas prácticas ilegales cerca de setecientos millones de pesos mensuales mediante diversas modalidades de estafa.
La información corroborada por las autoridades reveló que las llamadas extorsivas seguían un libreto detallado proporcionado por los líderes de la banda, una pareja de esposos que entrenaba a mujeres de entre 19 y 27 años para efectuar las llamadas.
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Los pormenores y los testimonios de las víctimas, detallados en un artículo de la Unidad Investigativa de El Tiempo, dieron a conocer que en la banda se manejaban unas libretas “negras” —de más no menos de cien páginas cada una— en las que figuraban los nombres y datos de contacto como dirección, cédulas y números de teléfono de las víctimas que estudiaban de las mujeres entrenadas.
Uno de los casos le sucedió a una víctima que ofreció su testimonio al medio. “Cuando atendí la llamada todo parecía normal”, aseguró. “Me dijeron que tenía que hacer un pago de algo que había comprado y después empezaron a exigir más dinero y comenzaron las extorsiones. Estoy psicológicamente más afectada, nadie me va a devolver el dinero, me quitaron veinte millones de pesos. Se llevaron mis ahorros”, manifestó.
Otros testimonios de afectados
De acuerdo con la información divulgada, el modus operandi de la banda incluía suplantaciones de grupos al margen de la ley como el Tren de Aragua y la guerrilla del ELN, con el fin de intimidar con mayor efectividad a sus víctimas.
En ese sentido, los delincuentes imprimían un ingenioso libreto que las operadoras debían seguir estrictamente para extorsionar a las víctimas. Una de las víctimas, cuya identidad se mantiene en reserva, narró al medio nacional la difícil experiencia que vivió con las constantes llamadas telefónicas y mensajes intimidantes.
Expresó que lo habían contactado para informarle que un familiar había sido capturado portando un arma de fuego que estaba relacionada con un crimen y que, en esa medida, debía acudir a la Policía para pagar 5 millones de pesos al teniente que tenía detenido al allegado.
Sin embargo, este hombre logró salir ileso de la emboscada: “Cuando empezaron a darme la supuesta ubicación de mi primo, me di cuenta de que todo era falso porque me nombraron un peaje que no existía”.
Solicitud de grandes cantidades de dinero
Otra persona afectada testificó que también amenazaron con intimidar a familiares. La llamada habría sido hecha menos de una semana antes de la detención de los involucrados en este delito.
“Me dijeron que yo había hecho un préstamo y que tenía que pagar el doble o el triple, y que si no hacía los pagos en menos de tres días iban a empezar a llamar a mi familia, y así fue. Contactaron a mi madre para que ella se hiciera cargo del préstamo que nunca solicité”, dijo.
Una ciudadana que aparecía en la lista de los cuadernos también manifestó que la llamaron para avisarle que una sobrina había estado envuelta en un accidente en el que salió afectada una mujer embarazada, de manera que, para que no llevaran detenida a la familiar, debía consignar siete millones de pesos a una cuenta de Nequi.
Los audios
Pero no solo los testimonios de las víctimas son impresionantes. Las autoridades lograron obtener algunos audios de las llamadas en los que se evidencian las presiones de los extorsionistas. Estos fueron divulgados por la Unidad Investigativa de El Tiempo, medio que indicó que “no se descarta que algunos miembros de la red sigan libres”.
Una de las piezas sonoras dejó claro el tono y las amenazas que se emitieron a un comerciante que se estaría negando, aparentemente, desde un grupo ilegal que no fue identificado. En este, las intimidaciones fueron muy directas contra su interlocutor.
“No lo dejamos trabajar en la capital. Yo hablo claro, para que no vaya a decir que no lo llamamos, que no le dijimos. Aquí las cosas se complicaron porque hay un plan pistola este fin de semana. Entonces yo creo que si usted se niega al llamado, es porque está en contra de nosotros. Y todos los comerciantes de Bogotá, no queremos volaerles gatillo; queremos que porten con nosotros de la mejor manera, pero si usted no cuadran con nosotros por primera y última vez las cosas se le complican, hermano. ¿Correcto? (…) Patroncito va a escuchar, no va a escuchar, le pregunto”, siguió.
Y amenazó: “Si no escucha, le cuelgo la comunicación y los muchachos míos, llegan voleandoles plomo para que no digan que nos les llamamos, que no les dijimos, porque tratamos de cuadrar las cosas de la mejor manera, pero si usted no llegan de acuerdo con nosotros las cosas se le complican es a ustedes nuevamente. ¿Me escuchó, o no?”.
Agregó, enfurecido: “Se queda callado y plan pistola, (…) que estás hablando con Pablo Díaz en el Tren de Aragua que operamos aquí en Bogotá y te voy a poner a perder porque sos como sapo de la ley cuando te quedas callado, entonces no te pregunto, te pregunto por algo será, ¿no?”.
Una grabación telefónica más se trató de la interacción del extorsionista con una víctima de hurto de vehículo. A este último le estarían pidiendo datos dos presuntos integrantes de la banda con dos números. Entonces la víctima preguntó: “Se me colgó la llamada, pero no entiendo. Está usted y está otro número diciéndome que los dos tienen el carro en diferentes partes de la ciudad. ¿Qué hago?”.
El extorsionista le contestó que “lo que pasa es que yo había puesto al trabajador mío, como él no me ha dado la razón de nada, por eso decidí llamarte. Desde el primer instalnte te había dicho que había puesto al pelao’ para que te llamara, o, ¿no fue así?”.
