Nuevos datos sobre el sicariato de Óscar Daniel Robayo Silva, de 31 años de edad, han sido revelados por fuentes judiciales a Q’hubo que confirmarían que el sujeto era expendedor de cocaína rosada o Tusi.
Tusi es una sustancia que se fabrica con cocaína, anfetaminas y ketamina, drogas que actúan a nivel cerebral alterando el estado mental y el comportamiento de las personas.
El consumo de esta sustancia se ha popularizado en sectores como ‘Cuadra Play’ en Cabecera, donde un gramo puede llegar a tener un costo de $60 mil.
Como se recordará, sicarios le dispararon en múltiples ocasiones a Robayo Silva causándole la muerte dentro de un vehículo, un Mazda de placas IRP-094, y dejando heridas a dos personas que lo acompañaban.
De acuerdo con la información de inteligencia, llegó a las 10:40 p.m., a la carrera 34 con calle 51, el pasado viernes 5 de julio acompañado de un hombre de 24 años de edad y una mujer de 25 años.
“Al parecer, el hoy occiso no se bajaba a vender la droga sino enviaba a jíbaros, que por lo general eran personas jóvenes que ingresaban a discotecas a comercializar el Tusi”, señaló la fuente judicial.
En el momento en que los agentes de la Sijin llegaron a realizar la inspección al cadáver hallaron en el carro 61 bolsas de cierre hermético que contenían Tusi y cocaína, sustancia que iba a ser vendida esa noche en varios puntos de Bucaramanga incluido ‘Cuadra Play’.
¿Por qué lo asesinaron?
De acuerdo con la versión de algunos testigos, Robayo Silva habría colaborado para delatar a un expendedor de sustancias ilícitas en ‘Cuadra Play’ y así él tomar el control de la zona.
“Las versiones indican que él delató a un sujeto conocido con el alias de ‘Jhon’ y llegó a tomar el control en la venta de drogas sintéticas. Solo que el grupo delincuencial al que pertenecería alias ‘Jhon’, que serían los de ‘San Rafa’ de alias ‘Pichi’, se enteraron de lo sucedido y le habían advertido de alejarse de la zona. Dicen que necesitaba dinero para ayudar a un hermano que tendría problemas judiciales”, contó la fuente.
Lo irónico del hecho, es que un familiar cercano al hoy occiso pertenecería a la banda de los de ‘San Rafa’, pero no habría impedido su asesinato.
Esta versión coincidiría con lo manifestado por el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, en una rueda de prensa adelantada este lunes 8 de julio en el comando de la Policía Metropolitana.
“Cada captura a un cabecilla que propina la Policía genera retaliaciones entre esas bandas, como lo que vimos el día viernes”, dijo el mandatario.
El alcalde también confirmó que Robayo Silva tenía medida de detención domiciliaria, casa por cárcel, por el delito de tráfico de estupefacientes en el año 2023 y seguía con la venta ilícita.
“Nos reunimos con representantes del sector judicial para analizar casos puntuales como este, en los cuales peligrosos delincuentes no tienen medida intramural y siguen con su actuar criminal o son asesinados como en este caso, aumentando la percepción de inseguridad en la ciudadanía”, dijo Beltrán.
Al hoy occiso le figuraban en las bases de datos de las autoridades otras anotaciones como indiciado por lesiones personales (años 2014, 2019 y 2020) y una más por porte de armas (2018).
Un video para dar con los sicarios
El video de una cámara de seguridad muestra al sicario que se bajó de una motocicleta se acercó a la ventana del conductor y le disparó a Óscar Daniel Robayo Silva.
Fueron 15 disparos con pistola, diez de los cuales impactaron al sujeto de 31 años de edad y los demás al hombre y a la mujer que lo acompañaban quienes permanecen estables.
En el material audiovisual se observó en medio de la balacera a uno de los ocupantes del carro que se bajó por la puerta trasera y salió corriendo, mientras el sicario seguía disparando.
Ya seguro de haber logrado su cometido, el pistolero corrió unos metros hasta donde se encontraba esperándolo su cómplice, se subió de nuevo a la moto y se dieron a la fuga.
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