El 20 de noviembre de 2023 entregamos, con mucho pesar, la noticia a la que los aficionados de Atlético Bucaramanga le tenían miedo y los periodistas no queríamos registrar.
El fallecimiento de Américo Montanini, el jugador más emblemático del club y quien nunca, ni siquiera en los momentos más adversos, dejó de asistir al estadio o a los entrenamientos para apoyar al equipo de sus amores.
Un año después, muchas cosas pasaron, especialmente en la vida de Atlético Bucaramanga, que consiguió el anhelado título en el fútbol colombiano, ese que tuvo muy cerca ‘La Bordadora’, como se le conoció en sus épocas de jugador, cuando finalizó tercero con ‘El Leopardo’, en las temporadas de 1958 y 1960.
De hecho, hay quienes consideran que Montanini, desde el cielo, tuvo mucho que ver para que el equipo de Rafael Dudamel y sus muchachos consiguiera el título, en aquella inolvidable final ante Independiente Santa Fe, del 15 de junio de 2024.
El mismo estratega búcaro, artífice de la gesta, reconoció que sintió la presencia del goleador histórico de la institución santandereana.
“Ese día, en el partido no era que yo venía pensando en ello, fue algo tan natural, tan divino, que sentí un frío en mi cuerpo y se me vino a la mente (llanto de Dudamel). Yo decía, no puede ser, esto es increíble, y bueno, lo tuve conmigo y dije, esto no es para mí nada más, esto tiene un sentido, trato de que en la vida pueda encontrar el mayor sentido a todo lo que hago y lo que me sucede, del por qué y para qué, y sentía que esto tenía que compartirlo, tenía que compartirlo con mis jugadores, con la ciudad”, contó Dudamel, en diálogo con la periodista Ángela Patricia Janiot.
Rafael Dudamel, quien ya inició la pretemporada con el club bumangués para retener el campeonato, indicó, además, que Américo Montanini, que integra el ‘equipo celestial’ del Bucaramanga, “fue un hombre que tiene una historia impecable, demasiado fuerte; además de la cantidad de goles que hizo para el club era un hombre con una presencia, que se imponía delante de sus compañeros, que marcó un antes y un después en la historia de los futbolistas del Bucaramanga. Lo sentí, sentía la presencia del goleador, sentía la presencia de Montanini, el espíritu del ídolo estaba ahí conmigo, estaba con nosotros, no tenía conocimiento de la historia profunda de Montanini y desde que llegué a la ciudad me fui empapando de la historia de Montanini”.
Más reconocimientos para Américo Montanini
En el último año, además, el estadio de Bucaramanga dejó de llamarse Alfonso López, para tomar el nombre de Américo Montanini.
Así mismo, La Casa Cultural El Solar presentó “Montanini Íntimo”, una exposición fotográfica que explora la vida personal y familiar del destacado futbolista.
Los familiares del ídolo también invitaron a la Eucaristía de aniversario, que se llevará a cabo este miércoles 20 de noviembre, en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús (San Pedro), a las 4:00 de la tarde.
¿Quién fue Américo Montanini?
Nunca se cansó de eludir rivales, de marcar goles y de dejar a su paso una huella imborrable como futbolista y como persona.
Es el goleador histórico de Atlético Bucaramanga, fue dos veces tercero de la Liga colombiana y también ‘artillero’ del balompié nacional en 1958.
Quienes lo vieron jugar, siempre lo comparan con el fútbol de los grandes, entre ellos Alfredo Di Stéfano, Diego Armando Maradona y Lionel Messi.
El delantero argentino marcó una época en el cuadro ‘Leopardo’, con el que jugó en las décadas del 50 y 60, siendo dos veces tercero (1958 y 1960) y transformándose en el goleador histórico de la institución, con 135 tantos. ’La Bordadora’, remoquete que le puso el locutor y periodista Carlos Arturo Rueda C, se caracterizó por ser un rápido delantero, que tenía la facilidad de dejar en el camino a sus rivales y definir con mucha precisión.
Uno de sus compañeros, Álvaro ‘El Pipa’ Solarte (QEPD), alguna vez sostuvo para esta redacción que José Américo “era como Messi, tomaba la pelota y después no había nadie que se la quitara”.
Así mismo, el reconocido periodista Hernán Peláez, lo describió como “un mago con el balón, además de gol, era un organizador nato”.
Los inicios de Américo Montanini
Sus inicios en el fútbol se dieron en el River Plate de Argentina, donde el entrenador Carlos Peucelle lo vio gambetear con el desparpajo que solo tienen los ‘cracks’ a los ‘pibes’ de su edad y no dudó en acercarlo al elenco ‘Millonario’, club en el que depuró su técnica.
Pero en un juego ante Newell’s Old Boys del Rosario le rompieron el quinto disco lumbar, que lo alejó un tiempo de las canchas.
A Bucaramanga arribó en 1956 sin tanta ilusión, porque en un principio había decidido dejar el balompié; tenía algunos kilos de más e incluso, en su estreno con la camiseta del ‘Leopardo’, con un estadio lleno y en plena Feria de la ‘Ciudad Bonita’, un aficionado gritó desde la gradería: “lleven a esa vaca para la feria”.
No obstante, la magia de Américo estaba intacta e inmediatamente se puso a tono físicamente para formar históricos elencos búcaros junto con otras leyendas, entre ellas, Hermán ‘El Cuca’ Aceros, Marcos Coll, Miguel Ángel Zazzini, Roberto Janiot, Hugo Scrimaglia, Álvaro Solarte y Eugenio Casali. Después de su retiro, se dedicó a la dirección técnica, aunque sin mucho suceso en el balompié profesional, pero con grandes aportes en la formación de futbolistas de la región, quienes crecieron en lo deportivo y lo personal gracias a sus enseñanzas.
En la Capital de Santander, conformó su hogar, junto al amor de su vida, Gloria Hinestroza, y sus “mejores goles”: sus hijas Claudia, Marta y Gloria Isabel.
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