Bárbara de Regil, conocida por su estilo de vida saludable, volvió a generar polémica en redes sociales tras compartir un video en el que realizaba ejercicios durante un vuelo de 38 horas. La actriz explicó que su objetivo era evitar problemas de salud, como la trombosis, derivados de permanecer mucho tiempo sentada. Sin embargo, su acción desató críticas y especulaciones, con algunos internautas acusándola de obsesión por el ejercicio e incluso de padecer vigorexia.
Ante la controversia, la actriz, que cuenta con más de 9 millones de seguidores en Instagram, utilizó sus historias para aclarar la situación. “Estuve 38 horas sentada en un vuelo… esos movimientos que ven son para evitar trombosis y porque, sinceramente, no puedo estar sentada tanto tiempo”, explicó. Además, Bárbara respondió a los comentarios que tildaron su acción de exagerada, defendiendo su decisión como una medida de autocuidado.
Pese a sus explicaciones, las críticas continuaron y el video se viralizó, generando debates sobre si este tipo de comportamientos son apropiados en espacios reducidos como un avión. Algunos usuarios destacaron los riesgos de realizar saltos durante el vuelo, mientras que otros defendieron la importancia de moverse para prevenir complicaciones de salud.
La controversia puso nuevamente a Bárbara de Regil en el foco mediático, consolidándola como una figura polarizadora y debatida en temas de salud y ejercicio.
¿Qué es la vigorexia?
La vigorexia, también conocida como trastorno dismórfico muscular, es una condición psicológica caracterizada por una preocupación extrema y obsesiva por desarrollar una musculatura perfecta. Las personas que padecen este trastorno tienden a tener una percepción distorsionada de su cuerpo, creyendo que nunca están lo suficientemente musculosas o fuertes, incluso cuando ya tienen un físico bien trabajado. Esto puede llevarlas a pasar largas horas en el gimnasio, seguir dietas estrictas y, en algunos casos, recurrir al uso de esteroides o suplementos en exceso, poniendo en riesgo su salud física y mental.
A nivel emocional, la vigorexia puede generar ansiedad, aislamiento social y una fuerte dependencia de los resultados estéticos. Este trastorno afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más frecuente en hombres jóvenes. Además, está relacionado con problemas como baja autoestima y la presión social por alcanzar estándares de belleza poco realistas. Para su tratamiento, suele ser necesario un enfoque multidisciplinario que combine terapia psicológica, apoyo nutricional y, en casos severos, intervención médica.
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