La generación Z y Millennials están dando prioridad a sus inversiones en salud y ejercicio. De acuerdo con un informe de McKinsey & Company, estos grupos están destinando una parte significativa de sus ingresos a productos y servicios de bienestar, superando a generaciones anteriores. Esta tendencia es visible, por ejemplo, en Planet Fitness, donde el ex director ejecutivo Chris Rondeau señaló que la membresía de la Gen Z en la cadena estaba “fuera de los gráficos”.
Taylor Price, conocida como la “experta en dinero de la Gen Z”, recomienda destinar entre el 5 al 10 por ciento de los ingresos a salud y ejercicio. “Esto asegura que mantengamos la salud como prioridad sin eclipsar otros compromisos financieros cruciales”, afirmó Price a The Washington Post.
Una razón importante detrás de esta tendencia es que la Generación Z ve el ejercicio no solo como bien físico, sino también como esencial para la salud mental. Además, Price mencionó que “la cultura y estética del fitness en las redes sociales también influye considerablemente en la Gen Z”.
Nicole MacMillan, de 36 años y residente en D.C., es parte de estos grupos que gastan grandes cantidades en membresías de gimnasios, entrenadores personales o clases de ejercicio.
MacMillan, quien trabaja en una empresa de tecnología en salud, destina aproximadamente un 10 por ciento de sus ingresos—más de 18.000 dólares anuales— a estas actividades, según lo publicado por The Washington Post. “El ejercicio se ha convertido en un pilar funcional en mi vida. Me da la oportunidad de competir contra mí misma y tener metas que puedo establecer y superar”, comentó al medio norteamericano.
El gasto en ejercicio también se justifica por sus beneficios sociales, especialmente para quienes trabajan desde casa. Emily Guthrie, ingeniera de software de 26 años de Oceanside, California, gasta aproximadamente 950 dólares al mes en un entrenador personal y una membresía de gimnasio, lo que representa un 15 por ciento de sus ingresos después de impuestos.
Según ella, “el gimnasio es, en cierto modo, el único momento social consistente que tengo”. Además, señaló que “cuando haces ejercicio, cualquier bajón en la vida es mucho menos profundo”.
Retos económicos para jóvenes
No obstante, esta dedicación al ejercicio también puede ocasionar desafíos financieros. Una joven de Tennessee, de 23 años, quien prefirió mantener su anonimato para proteger su privacidad financiera, dijo que gasta 600 dólares al mes de su salario anual de 55.000 dólares en una membresía de gimnasio, un entrenador personal y clases de defensa personal, colocándose en deuda.
“Espero que mi inversión en ejercicio ayude a mi yo futuro a llevar una vida más fácil”, comentó, añadiendo que incluso se ha mudado a una zona con costos de vida más bajos para poder permitírselo.
El gasto en fitness no es visto únicamente como una inversión en salud física, sino también en oportunidades y conexiones. Por ejemplo, en junio de 2022, Lukas Pakter, entonces un estudiante universitario en Los Ángeles, publicó un video en TikTok explicando por qué pagaba 350 dólares al mes por una membresía de gimnasio, a pesar de tener solo 500 dólares en su cuenta bancaria en ese momento.
Actualmente, vive en Austin y paga 400 dólares al mes por un gimnasio privado solo por invitación llamado Kollective. “Todas estas conexiones han tenido un efecto positivo en mi negocio”, afirmó Pakter, quien es cofundador de la marca de ropa deportiva SquidHaus.