Desde los primeros años del siglo XX, México comenzó a caracterizarse por la producción de boxeadores competentes. En la década de 1930, durante la llamada “Época de oro” en el deporte de los guantes, brilló uno de los personajes más enigmáticos entre la afición, es decir Juan Zurita, quien se ganó el aprecio pero también el repudio de la afición por un suceso inesperado.
Junto con otros personajes como Joe Conde y Rodolfo Chango Casanova, Zurita completó el conocido grupo de “Los tres mosqueteros del boxeo mexicano”, el cual se caracterizó por la pasional rivalidad que consolidaron en el cuadrilátero, así como por los logros deportivos obtenidos a finales del primer e inicios del segundo tercio de la centuria pasada.
Juan Zurita nació en el estado de Veracruz en mayo de 1917, pero forjó su carrera como deportista en otras entidades de la república mexicana. No existe precisión acerca de la fecha de su debut como profesional, aunque diversas fuentes señalan que pudo haber sido el 18 de marzo de 1933, así como el 22 de noviembre de 1932, lo cierto es que fue en la Ciudad de México y en contra de Rafael, hermano del Rodolfo Casanova.
Su exhibición debut fue exitosa. Se quedó con la victoria por la vía de los puntos ante el hermano del Chango y desde ahí continuó forjando su leyenda hasta lograr el mérito suficiente, con cinco peleas invictas, para pelear por su primer cinturón mundial en los Estados Unidos.
Antes enfrentó a Joe Conde y Chango Casanova en diversas ocasiones. En dichos enfrentamientos protagonizó una extraña estadística con sus oponentes. Mientras logró imponerse con creces ante Joe Conde, era superado por Rodolfo, no obstante, este último caía con regularidad ante la víctima de Zurita.
No fue sino hasta los 27 años de edad cuando se enfrentó a Sammy Angot, campeón en peso ligero avalado por la Asociación Nacional de Boxeo (ANB), es decir, el organismo precursor de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). A pesar de batallar en territorio ajeno, el mexicano se quedó con la victoria y la gloria de ser uno de los primeros en conquistar una fajilla mundial.
“Juan Zurita se convirtió en el primer campeón del mundo mexicano en la historia del boxeo, al conquistar el campeonato ligero por decisión unánime contra Sanny Angott. La pelea tuvo lugar en el parque de beisbol Gilmore Field, en Los Ángeles, California. El referee fue el excampeón mundial, Mushy Callahan. Los jueces fueron Charley Randolph y Billy Kershner”, se lee en el sitio web del Consejo Mundial de Boxeo.
Como todo campeón, tuvo que defender su cinturón en ocasiones posteriores. El rival designado fue Ike Williams, en el Toreo de la Candelaria, pero su desempeño desilusionó a la afición ávida por verlo desempeñarse. El réferi se vio obligado a frenar la pelea en el segundo round por la vía del nocaut técnico y perdió la corona.
La desilusión del público fue evidente. Incluso, catalogaron la caída que dio pie a la derrota como “zuritazo”, haciendo alusión a un posible arreglo con el rival. No obstante, después se supo que, días antes, Juan Zurita se dio un balazo en la mano para no boxear, pero su promotor George Parnassus y Jimmy Fitten, su mánager, lo obligaron a pelear.
Tras esa noche decidió poner fin a su carrera. No obstante, pudo cosechar amistades con personajes como Pedro Infante y Agustín Lara, En tanto, las ganancias que tuvo en su trayectoria le permitieron hacerse de diversos automóviles y propiedades como talleres, terrenos, fábricas, ranchos, edificios y casas. De hecho, fue en uno de esos inmuebles, diseñado por él mismo en la zona de Satélite, donde pasó sus últimos días.
El 22 marzo del año 2000, Juan Zurita cayó en estado de coma y fue desahuciado por los médicos. Tres días después pasó sus últimos momentos en vida en compañía de su esposa Rosa Carreño.