El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha afirmado este lunes que no le “interesa” suscribir ningún tipo de acuerdo para la devolución de los inmigrantes y solicitantes de asilo que lleguen a Irlanda procedentes de Reino Unido.
“No nos interesa eso. No vamos a aceptar devoluciones de la UE a través de Irlanda cuando la UE no acepta devoluciones a Francia, de donde vienen los inmigrantes ilegales. No lo vamos a hacer. Por supuesto”, ha afirmado Sunak en declaraciones a la televisión británica ITV.
Sunak ha sido interrogado por si existen negociaciones con la Unión Europea sobre estas devoluciones. “No. Estoy concentrado en levantar y poner en marcha nuestro plan de Ruanda”, ha argumentado en referencia a la norma recientemente aprobada que permite deportar a Ruanda a los inmigrantes indocumentados.
Precisamente en los últimos días Irlanda ha revelado que el 80 por ciento de los inmigrantes que llegan al país lo hacen a través de la frontera de Irlanda del Norte, una frontera abierta en virtud del Acuerdo de Viernes Santo, y atribuye estas cifras a la amenaza de deportación a Ruanda. Ahora Dublín prepara una legislación para habilitar las devoluciones “en caliente” a Reino Unido.
El Gobierno irlandés ha respodido a Sunak que “Irlanda ya tiene una zona de viaje común con Reino Unido”. “Estamos estudiando una norma que facilite el acuerdo de 2020 que estaba en vigor hasta el mes pasado, cuando el Tribunal Superior Irlandés dictaminó que Reino Unido no puede ser considerado un país seguro”, ha indicado la fuente, citada por la televisión pública irlandesa RTÉ.
Está previsto que la ministra de Justicia, Helen McEntee, presente el proyecto de ley este mismo martes al Consejo de Ministros. Mientras, la reunión prevista para este lunes entre McEntee y el ministro del Interior británico, James Cleverly, ha sido aplazada y se celebrará “en las próximas semanas”, según el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Micheál Martin.
Martin ha participado este lunes en la Conferencia Intergubernamental Británico-Irlandesa y ha manifestado que ha sido un encuentro “constructivo” y “cálido”.
La frontera entre Irlanda del Norte, parte de Reino Unido, y la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea, es la única frontera terrestre entre Reino Unido y la UE desde que Reino Unido abandonó el bloque.
Se da la circunstancia de que se trata de una frontera “abierta”, es decir, sin controles migratorios, una condición clave del acuerdo que sacó a Reino Unido de la UE en 2020, diseñado para evitar tensiones dada la historia sectaria de la isla.