A poco tiempo de confirmar su relación públicamente, Marina Calabró y Rolando Barbano concluyeron su historia de amor. La noticia fue dada a conocer el pasado viernes por Yanina Latorre en su programa en El Observador 107.9. Si bien la expareja no brindó muchas declaraciones al respecto, este lunes los periodistas no compartieron piso en el panel que integran en Radio Mitre.
Durante la emisión de Lanata sin filtro, la hermana de Iliana Calabró no ocupó su silla habitual. En esta ocasión, se la vio a uno de los costados del conductor del programa, quien lleva a cabo su rol desde el resguardo de su hogar. Por su parte, Barbano estuvo presente en el estudio de la conocida radio ubicada en el barrio de Recoleta.
En diálogo con el ciclo A la tarde, que conduce Karina Mazzocco por América, la periodista se detuvo a responder algunas preguntas. “Estoy re triste”, admitió desde la calle. Luego, aclaró por qué en esta ocasión no compartió el estudio con sus compañeros, tal como lo hace habitualmente, desde donde se encuentra su exnovio. “Fue algo que hablé el fin de semana con Elbita (Marcovecchio), que fue re amorosa, me notó re angustiada y me dijo: ‘Venite acá, te apachuchamos un poco en la casa de Jorge, y bueno, fue un poco eso, para descomprimir, que nadie se sienta raro, estamos laburando…”, explicó la comunicadora.
“Fue solo eso”, agregó para dar por terminadas las especulaciones con respecto a por qué no habían trabajado en el mismo espacio como lo venían haciendo hasta la semana pasada.
Aun así, Marina no pudo disimular su tristeza por la situación que está viviendo. “No quiero llorar, como le decía el viernes pasado a Yanina (Latorre) soy demasiado llorona y bueno, no quiero llorar”, reconoció. “Ojalá que podamos charlar con Rolando, nada me haría más feliz”, dijo enseguida.
Entonces, el cronista le preguntó directamente qué le había ocurrido para tomar la decisión de separarse y ella fue contundente: “No fue una decisión que tomé yo, se dio así en una charla entre los dos, y la verdad es que no tengo mucho para contarles, yo sé que siempre paro, siempre hablo, siempre les cuento, no tengo qué ocultar porque no pasó nada, si hubiera pasado algo estaría, no sé, ocultándome, pero no tengo por qué ocultarme porque no hay nada para contar. Pero yo sé que ustedes entienden, que ustedes me conocen hace muchos años”, terminó de hablar con la voz completamente quebrada por la emoción.
Antes de concluir, el periodista le consultó si se podría dar una posible reconciliación entre Barbano y su exmujer, la madre de sus hijos. “Eso se le tendrían que preguntar a él, pero la verdad es que no lo creo”. En cuanto al motivo de la separación entre ellos, Calabró fue tajante: “Yo no tengo por qué dar más detalles de lo que les estoy contando, les re agradezco a todos los del equipo que me escribieron por privado, que me dijeron cosas hermosas”.
La última pregunta del cronista volvió a sensibilizar a Calabró. “Quedan cosas por charlar, ¿pero se pueden recomponer?”, entonces Marina volvió a tener los ojos vidriosos. “Quedan cosas por charlar”, sostuvo, y el periodista reiteró: “¿pero puede haber una reconciliación?”. “Después de la charla te cuento, si es que se da”, se despidió Marina del móvil, no sin antes dejar asentado que no sabe quién tendría que dar ese paso para poder sentarse a dialogar.