El Gobierno anticipó que no planea frenar la motosierra en el gasto público y luego de los recortes previstos para los próximos meses, sostener el superávit fiscal implicaría mover piezas que aumenten los ingresos del Estado, como la eliminación de los regímenes especiales y exenciones impositivas.
En el primer trimestre, se ajustó el gasto primario en 35% interanual real, lo que representa el mayor recorte en 30 años.
Si bien las jubilaciones y pensiones soportaron gran parte de la reducción (35%), 15 de las 16 partidas cayeron, según datos del Iaraf. Esto derivó en un superávit fiscal del 0,2% del PBI y en un sobrecumplimiento de la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A excepción de las asignaciones universales para la protección social (aumentó 10,6% real), se redujo el gasto principalmente en inversión real directa, transferencias a provincias, subsidios y salarios.
Por el momento, el ministro de Economía, Luis Caputo, postergó la quita de subsidios para evitar una nueva aceleración de la inflación. Sin embargo, se planea seguir avanzando en este sentido ya que los subsidios a la energía representan 4,8% del gasto primario, los subsidios al transporte, 2,7% y “otras funciones”, 0,3 por ciento.
“La motosierra es eterna, no hay fin de motosierra. Es para siempre. El camino que estamos transitando recién empieza”, aseguró el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“Por supuesto que hubo tal vez un shock mucho más fuerte en términos de reducción de gastos, traducido en motosierra, por las circunstancias con las que nos encontramos el 10 de diciembre. Pero la motosierra es parte de la filosofía de este Gobierno. Es que cada vez el peso del Estado sea menor y que cada vez los bolsillos de los argentinos sufran menos por la presencia del Estado”, agregó.
En este contexto, el director de análisis económico de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, sostuvo: “La reducción del gasto del primer trimestre es de alguna manera el máximo del ajuste, porque ya en el segundo trimestre, con el DNU para indexar el aumento de las jubilaciones a la inflación, por ejemplo, el Gobierno busca compensar un poco y creo que también es correcto desde el punto de vista social. El gasto de capital quizás se puede recortar más, pero tampoco lo puede frenar eternamente”.
El gasto de capital quizás se puede recortar más, pero tampoco lo puede frenar eternamente (Sigaut Gravina)
Por su parte, Soledad Perez Duhalde, economista de Abeceb, dijo a Infobae: “La licuación del gasto de seguridad social no va a seguir siendo tan grande. Es insostenible seguir licuando. Queda mucho por hacer en materia de reducción del peso del Estado. El impacto de un ajuste radical depende de cómo se implemente. Pero es de esperar que la reducción del gasto público libere recursos para el sector privado y mejore la eficiencia si se acompaña de reformas más estructurales que fomenten la inversión y la competitividad”.
Por dónde puede seguir el recorte
Guido Zack, director económico de Fundar, consideró que “hasta ahora la consolidación fiscal ha sido muy regresiva y si la sociedad soporta, evidentemente va a haber margen para seguir ajustando. Pero el ajuste se hizo mal ya que no arrancó por donde uno pensaría que debería arrancarse, que es de la manera más progresiva posible. Hay muchas partidas presupuestarias e impuestos que afectan principalmente a la población de mayores ingresos que actualmente no están siendo atendidas. Sigue habiendo margen para consolidar”.
En este sentido, Zack mencionó también que no se analizaron los regímenes de excepción y los regímenes especiales, los cuales en algunos casos pueden estar justificados y en otros no.
Al respecto, en los últimos días se retomó el debate sobre el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento tras el discurso de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en un acto en Quilmes. La quita o reducción de los beneficios fiscales de este tipo de programas podrían ser una opción para seguir consolidando las cuentas públicas cuando el Gobierno se tope con los límites políticos y sociales del recorte del gasto y suba de impuestos.
Sucede que la estimación total del gasto tributario, es decir los ingresos que el fisco deja de percibir al otorgar tratamientos impositivos especiales, es de 2,08% del PBI (Iaraf).
La estimación total del gasto tributario, es decir los ingresos que el fisco deja de percibir al otorgar tratamientos impositivos especiales, es de 2,08% del PBI (Iaraf)
De hecho, en el paquete fiscal de la Ley Bases, que tiene media sanción en Diputados, se incluyó un artículo para modificar las exenciones tributarias del Régimen de Promoción Industrial de Tierra del Fuego. Este incluye excepciones al IVA, impuesto a las ganancias, derechos de importación y alícuotas reducidas de impuestos internos a productos electrónicos. Según el IARAF, es largamente el más significativo ya que tiene una participación del 16% en el gasto tributario y representa 0,33 puntos porcentuales del PBI.
Ahora bien, si se continúa apelando a la “motosierra”, el Poder Judicial representa una parte importante en el gasto, mencionó Rafael Flores, economista y ex presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Por caso, la participación del Poder Judicial dentro del presupuesto para la Administración Gubernamental es del 36,1%, apenas por detrás de relaciones interiores (36,52%). En el total, tiene un peso del 2,12%. Pero por el momento parece que no es un sector que el Gobierno tenga planeado ajustar ya que es la segunda partida que más se aumentó para este año (71,1%), luego de Obligaciones del Tesoro (81,8%), según datos de ASAP.
Los límites y efectos
Zack resaltó que si bien la consolidación fiscal es necesaria, la composición importa. “Como el ajuste se hizo de manera regresiva, el efecto sobre la actividad es muy fuerte. Mientras se siga eligiendo esta composición y no una más progresiva, el sector privado se va a ver seriamente afectado”, sostuvo el economista.
Esto, a su vez, repercute sobre las cuentas públicas ya que produce una caída en los ingresos del Estado y, por lo tanto, mantener el superávit fiscal requerirá que el ajuste sea cada vez mayor. Por caso, en los primeros cuatro meses del año la recaudación tributaria cayó 10% interanual en términos reales. Si se excluyen los tributos relacionados al comercio exterior, la baja alcanza el 19%, estimó el Iaraf.
Zack: “Como el ajuste se hizo de manera regresiva, el efecto sobre la actividad es muy fuerte. Mientras se siga eligiendo esta composición y no una más progresiva, el sector privado se va a ver seriamente afectado”
Rafael Flores, por su parte, dijo: “La motosierra claramente no es eterna, esto es, hay límites en cuanto al ajuste. Me parece que el problema es que el Gobierno considera que el Presupuesto es el gasto del Estado, y por lo tanto, siempre se puede recortar y reducir a una mínima expresión. Lo que no toma en cuenta es que el presupuesto no es solo lo que el Estado gasta, sino es lo que el Estado hace. Es decir, atrás de cada gasto hay una acción que se lleva adelante”.
“Creo que no están avanzando hacia una eficientización del gasto. No están buscando hacer que el Estado funcione de mejor manera, sino que gaste menos, y punto. Hay cuestiones en donde la misma sociedad va a poner un límite y decir con esto no se puede avanzar, y en otros casos, si se avanza con el criterio de bajar el gasto sin análisis de eficiencia y eficacia, vamos a ver las consecuencias de las acciones que deja de hacer el Estado dentro de algunos años”, añadió Flores.