El gobierno de Javier Milei puso su esfuerzo en reducir la nominalidad de la economía en el corto plazo. De hecho, al dejar Sergio Massa el Ministerio de Economía con una inflación lanzada por encima del 100%, con excedente de pesos en la calle y un cuantioso pasivo en el Banco Central que triplicaba el monto de de reservas internacionales, muchos analistas advertían el riesgo de un shock hiperinflacionario al acecho.
Aunque el Gobierno apeló a un histórico salto cambiario el 13 de diciembre, que llevó al dólar oficial a los 800 pesos y tuvo alto impacto inflacionario, inmediatamente después le siguió la política de austeridad fiscal y la eliminación del financiamiento monetario del déficit del Tesoro. Y en la medida que la inflación mensual fue desescalando, también se fueron aplicando recortes en la tasa de interés, para afianzar el sendero en los meses venideros.
Expectativas de una disminución de la alta inflación que sufre la economía permitió al BCRA reducir la tasa de referencia a un 50% anual
En cinco meses de gestión del ministro Luis Caputo en Economía y de Santiago Bausili en la presidencia del Banco Central, la tasa de política monetaria cedió desde 133% nominal anual al 50%, luego de cinco recortes -tres de ellos aplicados en el último mes-.
Esta agresiva reducción de las tasas de interés del sistema financiero tiene sus “pro y contra”.
Los “pro” de la baja de tasas
- Desde el lado positivo, al disminuir la tasa por la cual indexan los pasivos remunerados del Banco Central se desactiva la emisión “endógena”. que implica futura inflación.
- Al ser negativa la tasa en términos reales, se “licúa” la deuda remunerada del Banco Central, lo que mejora el balance de la entidad en un contexto de acumulación de reservas, pues el stock de Pases Pasivos y Nobac crece a ritmo más lento que la tasa de inflación.
- Tasas más bajas abren la puerta de liquidez para el crédito, ahora más accesible, con efecto virtuoso para darle impulso a una actividad económica en recesión. Al mismo tiempo, los bancos deben enfocar su modelo de negocios en el sector privado -su rol genuino- en lugar basarlo en prestarle el dinero de los depositantes al BCRA a cambio de la tasa de interés que devengan los pasivos remunerados.
- En simultáneo, la reducción de la tasa de interés incentiva la salida de pesos estacionados en Pases del BCRA para ser colocados en bonos del Tesoro, con mayor duración, que contribuye a mantener contenida la liquidez del sistema.
Los riesgos de bajar las tasas
- Entre las “contras” de bajar las tasas está una eventual presión sobre los dólares libres, que podrían abandonar la estabilización que experimentan en 2024. Muchos ahorristas y empresas que venían renovando los plazos fijos pueden buscar cobertura los dólares alternativos, si perciben a la divisa como “atrasada” en precios y las colocaciones en pesos poco rentables.
- Por otro lado, más pesos en circulación tienen efecto sobre los precios de bienes y servicios. Si bien el proceso de desinflación tiene continuidad, podría hacerse más lento en los próximos meses.
Qué dicen los analistas
Invecq Consultora Económica advirtió que “el timing de baja de tasa no fue casual, dado que la estrategia del gobierno consiste en la migración de la deuda del BCRA hacia el Tesoro. Esto se dio en la previa de la licitación del Tesoro, en la cual se buscaba ‘rollear’ deuda por $2,8 billones. Sin embargo, sólo logró un rollover del 97%, acumulando de esta manera un financiamiento por $2,7 billones. Los resultados del jueves dejaron mucho para analizar donde, a priori, se puede decir que los resultados no fueron tan positivos como los de las licitaciones pasadas, en las cuales el gobierno obtuvo financiamiento neto positivo al tiempo que continuaba bajando la tasa”.
“A partir de mayo, los mecanismos de indexación ligados a la inflación del mes anterior afectarán las pensiones, los salarios y las tarifas de servicios públicos, incluidos los precios de los combustibles. Estos mecanismos se convertirán en factores de inercia inflacionaria, desafiando los intentos de neutralizar la inercia mediante el ajuste del tipo de cambio oficial -paridad móvil- del 2% mensual”, explicó Domingo Cavallo, ex ministro de Economía de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
“Además, la anticipación de una devaluación del tipo de cambio oficial ante la eventual unificación y liberalización del mercado cambiario comenzará a influir en las expectativas. Para contener las expectativas de devaluación será necesario un plan creíble para la transición hacia un régimen monetario y cambiario que fomente la estabilidad de precios y rompa la inercia inflacionaria. Hasta que eso se logre, nuestro pronóstico sugiere que las tasas de inflación mensual se estancarán entre 6 y 7%”, aseguró Cavallo.
“Con un Banco Central que demuestra operar por delante de la curva, el notable anclaje de las expectativas envalentonó a la entidad monetaria a reducir otros 10 puntos porcentuales la tasa de política monetaria, a tan sólo siete días de haber hecho un recorte de la misma magnitud. Los pases ya devengan 50% de Tasa Nominal Anual, lo que ubica la Tasa Efectiva Mensual en 4,2%. Sin un piso mínimo para el plazo fijo, el instrumento bancario tradicional rinde 3,5% mensual”, indicó un informe de GMA Capital.
“Afianzando la postura del Central por la necesidad de licuar los pasivos monetarios, las autoridades decidieron elevar los encajes de los Fondos Comunes de Inversión Money Market y las cauciones tomadoras hasta el 15%. En simultáneo con el recorte de la remuneración de los Pases, la medida es clara: los bancos deberán buscar rendimiento por fuera de la hoja del balance del Central. La reactivación del crédito privado se materializa en la reintroducción de los créditos hipotecarios UVA”, apuntó el informe de GMA Capital. “Los abruptos recortes de tasas de interés y la suba de encajes muestran a un Banco Central que se adelanta al mercado, asegura la continuidad de la licuación de los pasivos monetarios y marca el camino descendente de la inflación. Ahora bien, con buenas trayectorias por el lado de los pesos, el desafío por delante para el Gobierno se relaciona con los dólares”, añadió.
“La nueva baja de tasas dispuesta por el Gobierno sigue la misma lógica que las veces anteriores: licuar pasivos remunerados del BCRA, y reducir emisión futura por esta variable”, afirmó el economista Roberto Geretto. “Creemos que el límite a una nueva baja no lo establece la brecha, ya que el dólar blend asegura cierta contención, sino que un bajo diferencial entre tasa y devaluación desincentiva la liquidación de exportaciones”, agregó.
“Creo que parte de la intención de esta última baja de tasas es que el dólar agro se despierte, porque creo que el Gobierno está viendo que le está faltando herramientas para que el campo te termine liquidando todos los dólares”, dijo Sebastián Menescaldi, director de la consultora EcoGo. “No está contento el campo con este precio del dólar y puede ser que retenga”, estimó, y apuntó que “con estas medidas algo despertás los dólares financieros, por esta norma en la cual el campo puede liquidar las exportaciones en 80% en el mercado oficial y el 20% en el financiero, ahí se vería un poco beneficiado y podría mejorar el número”.