Estados Unidos ha mostrado preocupación este lunes por el cierre de la cadena panárabe Al Yazira en Israel, una medida amparada en una ley de medios aprobada el pasado mes de abril por el Parlamento israelí que abre la puerta a vetar a medios extranjeros.
“Creemos que Al Yazira debería poder operar en Israel, como lo hace en otros países de la región”, ha indicado en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, agregando que están “muy preocupados por esta acción”.
Miller ha recordado las palabras del presidente, Joe Biden, en su discurso por el Día de la Libertad de Prensa el pasado 3 de mayo, en el que subrayó que “los periodistas y los trabajadores de los medios son una parte esencial de cualquier democracia”.
La decisión fue adoptada el domingo de manera unánime por el gabinete de guerra israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu. El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, firmó la orden correspondiente de acuerdo con la citada legislación.
“El canal de propaganda de Hamás, aquellos que incitan a la violencia contra Israel, aquellos que dañan la seguridad de Israel y a los soldados del Ejército ya no transmitirán desde Israel y sus equipos serán confiscados”, indicó el ministro.
Por su parte, Al Yazira denunció este “acto criminal” como una violación de los Derechos Humanos y acusó a Israel de liderar una campaña de “supresión” que describe como un “esfuerzo para ocultar sus acciones en la Franja de Gaza” donde, recuerda la cadena, han muerto ya más de 140 periodistas palestinos por los bombardeos israelíes.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, lamentó en la víspera el cierre de Al Yazira. “Unos medios de comunicación libres e independientes son esenciales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas”, apuntó.