En respuesta a las afirmaciones que lo vinculan con actividades terroristas, el expresidente Iván Duque emitió un contundente comunicado a través de su cuenta de X en la mañana del sábado 11 de mayo, destacando una serie de puntos que debatieron dicha calificación.
Duque se defendió de los polémicos señalamientos, asegurando que nunca ha tenido filiación alguna con grupos armados ilegales ni ha avalado actos que puedan interpretarse como terroristas o revolucionarios.
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Su réplica se produjo en medio de un clima político tenso, en el cual las acusaciones y las palabras tienen un peso significativo en la opinión pública y el debate democrático.
El expresidente Duque, además, destacó que jamás ha hecho apología del terrorismo ni ha exaltado figuras controvertidas de la política internacional como “Fidel Castro”, “Daniel Ortega” o “Nicolás Maduro”. Con igual firmeza, negó cualquier intento de alianzas con criminales para beneficio electoral y rechazó las acusaciones que lo vinculan con estrategias para legalizar dineros provenientes del narcoterrorismo. Estas afirmaciones profundizan en la polémica y resaltan las tensiones existentes entre diferentes actores del espectro político colombiano.
La replica de Duque se dio luego de que el jefe de Estado se refiriera a los hechos en los que muchos jóvenes en Cali perdieran lo vida en medio del estallido social vivido en el país en el 2021.
“El presidente de la República, hoy tiene que decir que el terrorista no fue la juventud popular, que el terrorista fue el Estado de Colombia y particularmente el gobierno del entonces, ¡si señor, Duque!, 60 asesinados en Cali por usted, no fueron terroristas, el terrorista fue… usted expresidente Duque”, dijo en su discurso en Cali, el presidente Petro.
Además, el exmandatario se refirió al uso indebido de la juventud en actos de vandalismo, criticando la incitación a la violencia bajo promesas de impunidad. Este punto toca una fibra sensible en la sociedad colombiana que ha presenciado episodios de disturbios y protestas en los últimos tiempos.
Argumentó también que nunca se ha mantenido en silencio ante amenazas contra su vida, incluso de aquellos que ahora son considerados como “gestores de paz”, resaltando las complejidades en el proceso de pacificación y reconciliación en el país.
Contrario a fomentar el regreso de cabecillas paramilitares o promover cualquier forma de revictimización, Duque enfatizó su distancia de tales prácticas. “No he buscado legalizar dineros de narco-terroristas para firmar acuerdos de ‘Paz’”, afirmó, reafirmando su postura contra la violencia y el terrorismo. Estas declaraciones se sumergen en el debate sobre cómo enfrentar los remanentes del conflicto armado y los caminos hacia una paz duradera.
Y agregó: “No he promovido que los cabecillas paramilitares regresen al país para eludir sus penas, revictimizando a quienes les han causado tanto dolor”, dijo Duque refiriéndose al regreso de Salvatore Mancuso al país que además fue nombrado por el presidente Petro como gestor de paz.
La defensa de Duque no solo abarcó su posición frente al terrorismo y la violencia, sino que también incluyó un llamado al respeto por la libertad de expresión y la crítica constructiva. “No he amenazado a periodistas, empresarios, políticos, jueces, gremios, industriales, intelectuales por no pensar como yo”, indicó, haciendo un llamamiento a un diálogo más civilizado y respetuoso dentro de la política colombiana.
Duque concluyó su defensa invocando un proverbio para ilustrar su percepción de las acusaciones en su contra: “Perro en barbecho, ladra sin provecho”. Con este dicho, hace un llamado a centrar las energías en debates constructivos y alejarse de ataques infundados que, a su juicio, solo buscan desviar la atención de temas más importantes y urgentes que enfrenta el país.
Esta serie de declaraciones no solo busca limpiar su nombre de acusaciones graves, sino también instar a un cambio en el tono y la substancia del debate público en Colombia. Iván Duque aspira a que el 7 de agosto de 2026 marque el fin de lo que él considera una tragedia para el país, proponiendo empezar de inmediato un diálogo democrático sano y libre de distracciones y ataques.
Ante este debate algunas personalidades de la política del país se pronunciaron inclinándose por Duque o Petro. Este es el caso del jurista Jaime Arizabaleta que afirmó: “Mientras Duque pasaba su juventud entre libros, otros eran los sicarios del grupo terrorista que le hacía mandados a pablo escobar.
Por su parte, el también expresidente Álvaro Uribe también salió en defensa de Iván Duque diciendo: “Inaceptable tratar al Presidente Duque o a su Gobierno de terroristas. Muchos creemos en la protesta sin violencia y en la autoridad que respete la protesta, pero disuada y evite la violencia. Con la autoridad que evite la violencia se evita el dolor y con la razón que respete la protesta se fortalece la democracia”.