La FIFA ha iniciado una revolución en el mundo del fútbol con la conformación de un grupo de trabajo encargado de evaluar la posibilidad de que ligas nacionales realicen partidos competitivos fuera de sus fronteras. Este movimiento podría alterar profundamente las estructuras tradicionales del fútbol de clubes, especialmente en el ámbito masculino.
La decisión, anunciada tras una reunión del Consejo de la FIFA en Bangkok, sugiere un cambio significativo que podría materializarse tan pronto como en 2025, según las expectativas de La Liga de España que ya ha expresado su interés en jugar encuentros en el extranjero.
Este comité estará formado por un equipo de entre 10 y 15 miembros con experiencia diversa en el sector, incluyendo representantes de clubs, ligas y asociaciones de aficionados. La FIFA ha asegurado que, aunque este grupo trabajará de manera independiente, sus deliberaciones deberán considerar ciertos principios fundamentales que favorezcan el desarrollo equitativo del fútbol a nivel global. Entre estos principios se encuentra la atención a la “equidad”, incluyendo aspectos como la notificación adecuada a los aficionados que podrían verse imposibilitados de asistir a los partidos en sus territorios locales.
La apertura hacia la celebración de partidos internacionales representa un avance más hacia la globalización del fútbol, un fenómeno que ha generado tanto expectación como controversia.
(Alberto Estevez/)
La conformación de este grupo se produce en un momento en que diversas ligas buscan maximizar los ingresos aprovechando el creciente interés internacional en el fútbol. Los principios establecidos por la FIFA para guiar las recomendaciones del nuevo grupo de trabajo enfatizan tanto la equidad para los aficionados como la necesidad de facilitar su asistencia a partidos en el extranjero. Este enfoque sugiere un esfuerzo por equilibrar las aspiraciones comerciales con el bienestar y la inclusión de la base de seguidores global del deporte.
A medida que el debate sobre la internacionalización del fútbol de clubes continúa, todas las partes interesadas, desde las ligas y los clubes hasta los aficionados, estarán pendientes de las recomendaciones que emita el grupo de trabajo de la FIFA. Este proceso no solo podría redefinir cómo y dónde se juegan los partidos de las ligas nacionales sino también cómo el fútbol, como fenómeno global, se adapta a las nuevas realidades del siglo XXI.
Qué competiciones domésticas se definieron en el extranjero
Si bien esta nueva normativa por la que comenzó gestiones la FIFA y que es principalmente impulsada por la Federación española, apunta a trasladar los partidos de las ligas nacionales, existen antecedentes de copas nacionales de distintos países con gran tradición futbolera que han “mudado” sus definiciones por cuestiones económicas.
Supercopa Internacional Argentina
El último antecedente a nivel local fue la Supercopa Internacional Argentina, que por decisión de AFA se trasladó a los Emiratos Árabes Unidos, marcando un hito para la historia del futbol nacional.
Claudio Tapia, presidente de la AFA, se había mostrado orgulloso de este acuerdo que se extiende por cuatro años: “Es un hito histórico para nuestra Asociación y una gran oportunidad para que los Clubes Argentinos continúen con su expansión global. Poder trasladar la Supercopa Argentina a un destino como Abu Dhabi es significativo. Durante los últimos años hemos trabajado arduamente en diversos niveles para progresar y restaurar la exposición mundial histórica y la visibilidad de nuestras competiciones. Estamos convencidos del valor y la relación significativa construida con el Abu Dhabi Sports Council y esperamos continuar mirando hacia adelante, consolidándola con lo mejor del Fútbol Argentino”.
Esta definición la disputaron Boca, quién se había coronado cómo campeón de la Liga Profesional de Futbol 2022 y Racing por ser el líder de la tabla anual de ese mismo año. En aquella oportunidad, el equipo de Fernando Gago se impuso por 2-1 con un goles de penal de Gonzalo Piovi y de Johan Carbonero, Facundo Roncaglia había empatado transitoriamente para el “Xeneize”.
Supercopa de Italia
(Massimo Paolone/LaPresse via ZUM/)
Estados Unidos, Libia, China, Qatar o Arabia Saudí han sido, a partir de 1993, algunos de los teatros de la Supercopa de Italia, que se entregó fuera de los confines nacionales en diez de sus 31 ediciones.
Tras organizar las primeras cinco ediciones de la Supercopa en Italia, la Liga de la Serie A empezó a apostar por la exportación de su fútbol en países extranjeros a cambio de importantes contratos económicos, tanto para su organismo como para los clubes involucrados.
En los últimos años se jugó dos veces en Doha, Catar (2014 y 2017), como forma de promoción para el Mundial de 2022, mientras que la última edición, ganada por el Inter de Lautaro Martínez el pasado enero contra el Napoli, fue organizada en Riyadh (Arabia Saudí).
Supercopa de España
Corría el año 2018, cuando la Real Federación Española de Fútbol decidió que era el momento de llevar a cabo cambios en la Supercopa de España: encuentros pasaron ser a partido único y a jugarse en Marruecos.
Sin embargo, esta sede solo duraría un año, dado que en el curso siguiente se decidió que se disputara en Arabia Saudí. ¿Los Motivos? Cuestiones económicas. El entonces presidente de la Federación, Luis Rubiales, firmó un contrato con el país saudí para trasladar allí la competición a cambio de 240 millones de euros.
En un primer momento, este torneo se iba a celebrar en Arabia hasta el año 2025, pero, tras una ampliación del contrato, se llevará a cabo en dicho país hasta el año 2029.
Supercopa de Francia
(TERESA SUAREZ/)
Al igual que el resto de las federaciones, con el fin de recaudar más ingresos, la LFP organizó varias de sus ediciones de la final de la Supercopa, que enfrenta al campeón del Liga y de Copa, fuera de Francia.
Desde el año 2009, este torneo ha pasado por Canadá, Marruecos, Túnez, Estados Unidos, Gabón e Israel, entre otros. Tanto los seguidores del Toulouse, actual campeón de Copa, como los del PSG, vencedor de la Liga, coincidieron en censurar “los intereses mercantiles” de la LFP.
