Tras haber marcado 8,8% en abril, la inflación de mayo podría ubicarse en niveles no vistos desde noviembre de 2022, según las estimaciones de las consultoras privadas.
El mes pasado el Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec alcanzó el 289,4% interanual y en los primeros cuatro meses del año acumuló un aumento del 65%. El rubro que más impulsó la suba fue “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, donde están contemplados todos los servicios públicos; con un incremento del 35,6%.
Ahora bien, la inflación viene mostrando una gradual desaceleración desde diciembre pasado, cuando se incrementó 25,5%. En mayo la baja del nivel general de precios sería aún mayor y se ubicaría entre el 4 y 5%, cifras no vistas desde noviembre de 2022, momento en el cual fue de 4,9%.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central proyectó para mayo un IPC del 7,5%, un número bastante por encima de lo que esperan la mayoría de las consultoras privadas.
Desde la consultora EcoGo estimaron que la inflación de este mes sería del 4,6% debido a la postergación de la suba de tarifas de gas y electricidad, trenes, subtes, colectivos, combustibles y la regulación a los aumentos de la medicina prepaga. Así, la consultora señaló que la inflación reprimida es del 1,98%.
En lo que respecta al rubro de alimentos y bebidas, el informe indicó: “En la segunda semana del mes, registraron un incremento del 1,3%, en línea con lo observado en las semanas previas. Con este dato y considerando aumentos proyectados para las semanas restantes del 1%, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 5,1% en el mayo. Si además se incorporan los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar, la inflación en alimentos alcanzaría el 5,4%”.
En la misma línea, Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra, aseguró que la inflación de mayo rondaría el 5% por la postergación de aumentos de precios regulados y la calma en los tipos de cambio. Los alimentos presentarían una suba en torno al 4%.
Fausto Spotorno, economista de la consultora Orlando J. Ferreres & Asociados, dijo que esperan un IPC alrededor del 5% para el quinto mes del año y que los alimentos también se van a ubicar en ese nivel.
En tanto, Camilo Tiscornia, de C&T Asociados, afirmó que la inflación podría estar un poco abajo de 5%. “Los productos de consumo masivo, incluyendo alimentos y bebidas, en general están bajando desde fines de abril. La única excepción son las verduras, que están aumentando bastante fuerte y pueden impulsar el rubro”, precisó el economista. No obstante, aclaró que impactarán los aumentos de los servicios de internet y telefonía celular, de los salarios de las empleadas de servicio doméstico, de colegios y cigarrillos.
Por su parte, la Fundación Libertad y Progreso proyectó una inflación de 4,5% para mayo, aunque “en un escenario conservador podríamos hablar de un IPC que se ubique en el rango 5%-5,5%”, señalaron.
De esta manera, “el IPC de este mes tendría el registro más bajo desde enero de 2022 (3,9%). En cuanto a la variación interanual, se ubicaría en 276% y presentaría una reducción de casi 12 puntos porcentuales respecto al dato de abril, habiendo tocando el techo en dicho mes. En tanto la variación acumulada en los primeros cinco meses del año se ubicaría en 71,8%”, detallaron.
Hacia delante, Bruno Bonfanti, economista en jefe de Ecolatina, explicó: “Si bien mayo podría mostrar una nueva desaceleración producto un crawling peg corriendo al 2% y la postergación de ajustes pendientes en tarifas y combustibles, será difícil que la inflación siga bajando en los próximos meses al mismo ritmo que evidenció hasta el momento”.
“Pasado el shock inicial, será más desafiante romper la inercia del proceso, máxime cuando a partir de junio comience la indexación de algunos precios regulados y tenga lugar el ajuste de los servicios privados o la carne, que vienen algo rezagados en los últimos meses”, agregó.
“La marcada desaceleración de la inflación y la nominalidad en la economía se debe en buena parte a la profunda recesión. Por ende, una recuperación de la economía vía mejora del poder adquisitivo podría operar en sentido contrario para el segundo semestre. Por el lado de la oferta, los aumentos salariales comenzarían a impulsar los costos, lo cual se sumaría a los mayores costos operativos asociados al encarecimiento de los servicios públicos. En cuanto a la demanda, la recuperación del poder de adquisitivo podría impulsar el consumo, dando un mayor espacio a las empresas para trasladar la suba de costos a los precios”, concluyó Bonfanti.
Cuál fue la inflación en CABA
En la Ciudad de Buenos Aires, la inflación de abril subió 9,8% y en lo que va del año acumula un incremento del 72,6%. La variación de los últimos 12 meses fue del 292,5%, de acuerdo a la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña.
El rubro de mayor aumento fue Vivienda, Electricidad, gas y otros combustibles con una suba del 22,9%. Le siguieron Educación con 15,1%, Salud con un alza del 13%, y Seguros y Servicios financieros con un avance del 11,7%.
Por debajo del nivel general se ubicaron Alimentos y bebidas (5,1%), Bebidas alcohólicas y tabaco (5,8%) Prendas de vestir y calzado (6,2%), Transporte (4,4%) y Recreación y cultura (3,6%).
María Eugenia Lago, titular del organismo, dijo que se observa “un constante descenso de la tasa de inflación en la Ciudad desde el 21,1% observado en diciembre de 2023. Abril es el cuarto mes consecutivo de baja del índice que se ubica en un dígito por primera vez desde julio del año pasado”.
“Es un dato importante porque el índice refleja una tendencia a la baja. No obstante, el aumento de algunos rubros, principalmente aquellos vinculados a las tarifas de servicios públicos, transporte y alimentos mantienen la presión sobre las mediciones”, subrayó la funcionaria.