Diferentes expertos en educación se reunieron en el conversatorio “Social Emotional Learning” organizado por el Ministerio de Educación Nacional, la Secretaría de Educación de Bogotá y el Banco Mundial, para abordar algunos de los retos más urgentes en el ámbito educativo. El debate giró en torno a tres temas estratégicos: los retos para implementar políticas, prácticas y evaluaciones para estimular su fortalecimiento y, responsabilidades de los actores de la educación para estimular el desarrollo socioemocional de los estudiantes.
Reflexionar desde la escuela
Una de las ideas más desarrolladas y consensuadas durante el encuentro fue la importancia de reflexionar constantemente desde la escuela sobre las formas de afrontar el aprendizaje socioemocional. Los expertos subrayaron la oportunidad que tienen directivos y docentes para generar lineamientos curriculares que faciliten su implementación en las instituciones educativas, desde la primera infancia hasta la educación media, mediante políticas públicas claras y sostenibles.
Habilidades socioemocionales y calidad educativa
Durante el encuentro también se destacó que mejorar las habilidades socioemocionales no solo incrementa el aprendizaje de los estudiantes, sino que también influye positivamente en la calidad de la educación. En ese sentido, identificar cómo están preparadas las comunidades educativas, los directivos y las familias se presenta como un gran desafío, mientras que el objetivo es que las habilidades socioemocionales lleguen a las aulas en todas las áreas del conocimiento.
La gran apuesta es formar estudiantes y familias más empáticas, tolerantes y respetuosas, creando así mejores individuos capaces de afrontar, entender y manejar sus emociones. Esto resalta la necesidad de evaluaciones continuas para medir el impacto de estas iniciativas en las instituciones educativas.
Al respecto, Diego Escallón, subsecretario de Integración Interinstitucional de la Secretaría de Educación, expresó que la apuesta es “mejorar nuestro clima escolar con nuestros estudiantes en cada una de las instituciones y lo vamos a hacer a través de las habilidades socioemocionales”. Añadió que la administración se comprometía a mejorar el clima escolar en cada institución a través de estrategias que fomenten estas habilidades.
En el desarrollo de la presentación, Edwin Ussa, director de la Oficina de Convivencia Escolar, agregó que “esta actividad nos da esperanza en términos de que sí se pueden fortalecer las habilidades socioemocionales de niños, niñas, jóvenes y de sus maestros. Eso garantiza un mejor aprendizaje y un futuro con grandes expectativas en términos laborales”. Ussa destacó aún más la implementación de estrategias pedagógicas que fortalezcan las habilidades socioemocionales para mejorar el clima escolar.
Pilares del aprendizaje socioemocional
Koji Miyamoto, experto del Banco Mundial en temas relacionados con las competencias socioemocionales, los resultados educativos y el progreso social, ofreció un enfoque estructurado del aprendizaje socioemocional describiendo cinco pilares fundamentales: la capacidad de interactuar con otros, la calidad de esa interacción, la gestión de las emociones, la planificación y cumplimiento de metas, y la apertura a nuevas ideas. Agregando que “para el aprendizaje socioemocional se necesita de un proceso que debe tener el apoyo de una triada: escuela, hogar y comunidad. Estos espacios sirven para promover las habilidades socioemocionales como actividades extracurriculares, espacios en familia y voluntariados”, indicó Miyamoto.
Un futuro con grandes expectativas
Finalmente, el evento, celebrado en el colegio Tabora y que fue enriquecido con la participación de importantes figuras del sector educativo, sirvió como escenario para dejar claro que fortalecer las habilidades socioemocionales de los estudiantes no solo mejora su rendimiento académico, sino que también influye positivamente en su futura empleabilidad y bienestar emocional. El desarrollo de políticas públicas que integren este tipo de aprendizaje es una meta clave para las instituciones educativas y un desafío que requiere el compromiso y la colaboración de todos los actores educativos y familiares.