Su nombre es el de un desconocido en Argentina. Una verdadera sorpresa para aquel que no está sumergido en el inmenso océano del fútbol mundial. Pero Nicolás Larcamón cuenta con un currículum interesante que lo dejó a un paso de dar un salto grande en su país: tomar el mando del cargo de entrenador en Independiente. La reunión con la dirigencia en las últimas horas lo puso en competencia directa con Mauricio Pellegrino, el otro plan principal que tienen en Avellaneda.
“Está avanzado”, le reconocieron a Infobae sobre las gestiones para darle a un DT exitoso fuera del país su primera experiencia en Argentina. El hombre que ganó espacio para reemplazar al renunciante Carlos Tevez convenció por la metodología de trabajo que expuso y su apertura a apostar por los jóvenes del club, entendiendo la situación financiera que atraviesa la entidad. Sólo hizo un apartado: en el caso de asumir –que incluso podría hacerlo antes del parate por Copa América– necesitaría dos marcadores centrales como refuerzos si la dirigencia logra sortear las inhibiciones que asoman y hoy ponen en jaque el normal desarrollo en el mercado de pases próximo a abrirse.
Si bien Hugo Tocalli está abierto a ser interino hasta que se inicie el parate por la Copa América (Independiente irá ante Defensa y Justicia el lunes 3 de junio y miércoles 12 vs. Banfield), en Avellaneda no descartan que haya novedades sobre el nuevo entrenador el próximo fin de semana. Hoy, la puja parece ser mano a mano entre Pellegrino y Larcamón.
El argentino de 39 años tuvo experiencias en el fútbol local en puestos de juveniles (Nueva Chicago) o como asistente técnico (de Alejandro Nanía en el Torito de Mataderos), pero recién se adueñó de la silla principal del banco de suplentes fuera del país en el Deportivo Anzoátegui de Venezuela. Llegó por una casualidad: un directivo de la entidad lo escuchó dando unas charlas de capacitación en Maracaibo y le pidió una reunión meses más tarde. Tras un año y medio en ese club, se marchó como finalista del torneo local y luego de llevar dos veces a la entidad a participar de la Copa Sudamericana.
Entre 2017 y 2020 solidificó su trayectoria en Chile con sus pasos por el Deportes Antofagasta, Huachipato y Curicó Unido hasta que finalmente decidió cortar el contrato con el último club para dar el gran salto de su carrera en México: tomó el mando del Puebla y generó un verdadero shock que puso a su apellido en las primeras planas. En su primera campaña llevó al equipo a las semifinales del certamen local por primera vez en más de una década y luego lo mantuvo siempre en la pelea.
Esa gestión de dos temporadas lo impulsó hacia el León, donde obtuvo la corona más destacada de su carrera: ganó la Liga de Campeones de la Concacaf en 2023 luego de imponerse 3-1 sobre Los Angeles de la MLS en la final. Eso le valió al boleto al Mundial de Clubes, aunque no pudo romper la resistencia del Urawa Red Diamonds de Japón y se marchó en cuartos de final. “Lo distintivo me parece que puede estar puesto en la manera que me vinculo no solamente en el jugador sino con todas las persona que están día a día con un equipo. Posiblemente sea uno de mis grandes atributos”, explicaba por entonces en una nota con la FIFA.
Fue su accionar en el fútbol mexicano el que lo llevó a uno club de enorme resonancia como el Cruzeiro en Brasil (por entonces propiedad de Ronaldo) y fue allí, tal vez, donde tuvo su única experiencia fallida hasta el momento. Duró cuatro meses tras desembarcar a finales del 2023: la derrota en la final del Campeonato de Minas Gerais ante el histórico rival Atlético Mineiro dirigido por Gabriel Milito empujó a un cierre precipitado de su ciclo que se extendió por apenas 14 partidos (7 victorias, 4 empates y 3 derrotas). La otra caído que erosionó su breve estadía en Brasil fue contra el humilde Sousa Esporte Clube que lo eliminó de la Copa de Brasil en primer ronda.
El dato es que Larcamón no llegó a ser futbolista profesional por una lesión en la rodilla que sufrió cuando ya era parte del plantel profesional de Los Andes y decidió buscar nuevos horizontes en la carrera de arquitectura hasta que finalmente inició su camino como DT juvenil o alternativo en el Torito mientras estudiaba profesorado de educación física. “Fui dejando de a poco la carrera y opté por ser entrenador. La arquitectura demanda muchas horas de estudio, dedicación y detalles. Puedo emparentarla con el trabajo que trato de hacer en mis equipos. Me gustaba mucho la carrera, pero el fútbol y, todo lo que tenia que ver con la pelota, siempre me apasionó mucho más”, recordó años atrás en el diario chileno La Tercera cuando le preguntaron por aquellos 4 años en los que estudió arquitectura.
Durante los últimos años puso a los nombres de Pep Guardiola, Marcelo Gallardo y Jürgen Klopp como faros, al mismo tiempo que lanzó durante su experiencia en Chile una frase que sin dudas lo acercará a muchos hinchas del Rojo: “Uno es medio loco u obsesivo con el tema del ataque. Yo prefiero perder atacando que empatar defendiendo. Indudablemente”.