Ángel Di María contó públicamente en distintas ocasiones su deseo de tener un paso más por Rosario Central para vestir la camiseta del club de sus amores en el tramo final de su trayectoria final. Mientras se prepara para darle un cierre a su historia con la selección argentina en la Copa América que iniciará dentro de un mes, el Fideo ya dio pistas de que no continuará en Benfica de Portugal pero todavía duda en vestirse con la ropa del Canalla tras una serie de amenazas que realizaron en su contra a fines de marzo.
El tema volvió a escalar en las últimas horas. “Todavía vas a volver”, fue la pintada que hicieron vandalizando un mural con su imagen que está en el predio de El Torito, que fue el club de Rosario donde Di María comenzó a jugar en su infancia antes de unirse a las inferiores de Central. Según informó el canal TyC Sports, el hecho ocurrió en un horario cercano a la eliminación de la Copa Libertadores que sufrió el equipo que comanda Miguel Ángel Russo tras perder 2-1 contra Peñarol.
Para sumar al contexto de esta nueva advertencia hay que tener en cuenta que durante los últimos días desde Portugal afirmaron que el Fideo tenía la intención de retornar durante un semestre a Rosario Central y luego emigrar al Inter Miami de la MLS para compartir nuevamente plantel con su amigo Lionel Messi.
Según indicó allí el periódico portugués A Bola, el futbolista de 36 años viviría solo en Buenos Aires durante la segunda parte del año y realizaría los 300 kilómetros que lo separan de Rosario para cumplir con sus obligaciones. Como contrapartida, su familia ya se instalaría en Miami por razones de seguridad. Este sería el plan que pondría en marcha para poder cumplir su sueño de retornar al club de sus amores a 17 años de su partida al fútbol europeo.
Pero este nuevo mensaje amenazante se suma a lo sucedido semanas atrás cuando desde un Renault Megane gris en movimiento arrojaron un cartel frente al country Funes Hills Miraflores, en la zona de Funes, vecina a Rosario: “Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque sino le cagamos matando un familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos”. Al mismo, el jefe de seguridad de ese lugar afirmó que se escucharon “cuatro detonaciones”. Horas más tarde, se informó que dos presuntos integrantes de una banda narco que opera en la periferia de Rosario fueron detenidos por estar sospechados de haber participado en la intimidación a la familia Di María.
Estos preocupantes movimientos en torno a la figura del futbolista pusieron en duda lo que parecía ya un hecho previamente: su retorno a Central. Rodrigo De Paul, que compartía por esas horas la concentración de la selección argentina con el Fideo, reconoció que esto fue un shock: “Yo justo estaba con él a la mañana porque nos levantamos temprano. Obviamente no voy a contar cosas que son muy internas, pero sí verlo conmovido, con lágrimas, creo que si hay alguien que no merece que no tenga la posibilidad cuando él desea de volver a nuestro país es él. Me da mucha lástima que pasen esas cosas en nuestro país. Sé bien todo lo que pasó ahí y me parece muy grave. Creo que el amor que tiene él por su país, por su ciudad, su club, no cambia. Él después tendrá que determinar qué decisión toma porque no es fácil. Fueron cosas muy fuertes. Sabe que estamos con él a morir”.
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