París, 30 may (EFE).- El español Alejandro Davidovich se quedó a las puertas de derrotar al noruego Casper Ruud, séptimo favorito y doble finalista de Roland Garros, en un épico maratón que el escandinavo acabó sacando camino de la tercera ronda, 7-6(5), 1-6, 6-3, 4-6 y 6-3 en 4 horas y 8 minutos.
Fue un duelo de titanes, de dos especialistas en la tierra batida que se decantó del lado del que supo mantener un poco más de serenidad en el momento clave.
Davidovich sigue siendo el último tenista en haber ganado a Ruud en París antes de la final. Fue en 2021, en un maratón de más de cuatro horas y media que se decantó del lado del español en cinco sets en tercera ronda.
Los dos años siguientes, el noruego llegó a la final, que perdió contra el español Rafa Nadal en 2022 y frente al serbio Novak Djokovic el año pasado.
En esta edición, Ruud llegaba liderando la clasificación de victorias, 36, con cinco finales, dos de ellas recientes en tierra batida, en Barcelona y Ginebra, el pasado fin de semana.
Contra todo eso peleó Davidovich, con fe y mucha calidad por momentos, a punto de dar un campanazo en el torneo y colocarse a dos pasos de los cuartos de final que disputó en 2021.
Fue un duelo de terrícolas, de tenistas que respiran la arcilla y que lo dieron todo sobre la pista Suzanne Lenglen, a la que fue trasladado su partido porque la lluvia había retrasado toda la jornada.
Los dos tenistas produjeron una batalla de alta intensidad, a un ritmo desenfrenado, con alternativas, sin que ninguno fuera capaz de controlar el tempo, ahora te toca a ti, ahora a mi.
La templanza del noruego le llevó a apuntarse la primera manga en un apretado juego de desempate, pero el malagueño, que estrena colaboración con Fernando Verdasco (muy activo en el box del español), no se descolgó y se apuntó la segunda con mucha soltura.
Tenía sus mejores momentos Davidovich, que se colocó 2-0, pero ahí reaccionó el escandinavo para recuperar la desventaja y acabar colocándose 2 sets a 1.
De nuevo, el español mantuvo el porte, sereno, dando al doble finalista en París de su misma medicina, aguante desde el fondo de la pista, buena receta a un partido que apuntaba al desgaste.
Forzó la quinta aprovechando que Ruud bajó el pistón y que parecía preparare para la batalla decisiva. El reloj coqueteaba con las cuatro horas y ya solo quedaba pensar en la épica.
Pero ahí estuvo más firme el noruego, tiró de experiencia y se mostró más sólido. Davidovich falló una bolea para conceder su servicio en el quinto, una ventaja que ya no dejó escapar camino de la tercera ronda que disputará contra el argentino Tomás Martín Etcheverry o el francés Arthur Rinderknech. EFE
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