Diez estudiantes del colegio Rodolfo Llinás, ubicado en la localidad de Engativá, fueron víctimas de un asalto a mano armada a la salida del plantel. El incidente ocurrió en un lote baldío cercano al colegio, donde los atacantes los intimidaron con armas de fuego y les robaron sus teléfonos móviles.
Padres de familia relataron que los asaltantes se movilizaban en motocicletas y arrebataron los teléfonos de las manos de los menores. Uno de los padres señaló en conversaciones con Citytv que “a mi hija le raparon el teléfono de la mano y mi hijo fue directamente amenazado con un arma”. Los hechos han generado gran preocupación, ya que varios menores de colegios en la misma localidad han sido víctimas de robos similares.
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Algunos padres consideran que se trata de una banda criminal que utiliza a adolescentes para cometer los asaltos, bajo la dirección de adultos. La falta de iluminación y seguridad en las inmediaciones de los colegios ha sido señalada como una de las principales causas de estos robos, haciendo a los estudiantes presas fáciles para los delincuentes.
La comunidad educativa y los padres han manifestado su frustración ante la ineficacia de las medidas de seguridad implementadas. Las directivas del colegio Rodolfo Llinás argumentaron que su responsabilidad se limita al interior del plantel, mientras que la Secretaría de Educación de Engativá afirmó tener planes de seguridad en marcha. Sin embargo, los padres demandan acciones más efectivas por parte de las autoridades locales y la policía para detener a los responsables y garantizar la seguridad de los estudiantes.
Los incidentes han generado un clima de ansiedad entre los estudiantes afectados. Una madre expresó que su hija quedó muy asustada y no quería salir de casa al día siguiente del incidente. Otra madre mencionó la frustración de su hijo por haber sido intimidado y despojado de su teléfono.
La comunidad educativa de Engativá busca soluciones integrales que incluyan mejor iluminación, patrullajes policiales y campañas de seguridad para proteger a los estudiantes de futuros asaltos.
Un error hospitalario en Engativá causa consternación en familiares de difunto
Consternación y Malestar en los Familiares de José Antonio Páez tras Confusión de Cuerpos en el Hospital de Engativá.
En un desafortunado incidente, los amigos y familiares de José Antonio Páez, de 67 años, se mostraron consternados luego de que el Hospital de Engativá confundiera su cuerpo con el de otro difunto. Este error fue detectado gracias a que la familia entregó una fotografía a la funeraria, lo cual evitó que velaran a la persona equivocada.
Según una entrevista realizada por El Ojo de la Noche y publicada por diversos medios, la hija de Páez detalló que cuando llegaron a la funeraria y presentaron la foto del difunto, el personal del laboratorio se dio cuenta de que no se trataba de su padre. “Cuando llegan a la funeraria, en el laboratorio de la funeraria, por gracia divina, entregamos una foto y nos dicen que ese no es mi papá”, expresó la hija. Este error incrementó el dolor y sufrimiento de la familia, quienes, al regresar al hospital antes de las honras fúnebres previstas, exigieron una explicación.
La denunciante criticó la falta de respeto en el manejo de los cuerpos en el hospital. “Definitivamente, esto no era una mercancía de ir y venir”, declaró, añadiendo que una situación tan delicada como esta lamentablemente fue provocada por un infarto que había arrancado a su padre de su lado. Pidió que las autoridades inicien una investigación profunda para evitar que casos similares se repitan en el futuro.
“El llamado también hoy es para saber y para que el centro médico se haga responsable y también le hable a esa familia, le cuente por qué ese cuerpo también merece respeto, así como el de mi papá que pudo lograr llegar a nuestras manos”, se mencionó en el medio ya aclarado.