El 22 de marzo de 2023 el Gobierno nacional radicó el proyecto de ley “Cambio por la Vejez” o la reforma pensional, con el que se busca reformar el sistema pensional colombiano y presenta un nuevo esquema de protección a la vejez. La propuesta considera un esquema compuesto por cuatro pilares; el solidario, el semicontributivo, el contributivo y el de ahorro voluntario. Tras ser radicado, el proyecto de ley resultó modificado en su trámite en el Congreso de la República.
Al respecto, y previo al cuarto debate en el Congreso de la República, la Dirección Técnica (DT) del Comité Autónomo de Regla Fiscal (Carf) presentó un análisis del tercer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes y las implicaciones que este tiene sobre la sostenibilidad fiscal y el acervo de ahorro nacional.
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El texto aprobado en el tercer debate mantiene los cambios positivos del proyecto de ley, como la reducción de los subsidios que la nación paga a las pensiones altas, elimina el arbitraje que existe entre los regímenes público y privado y, logra aumentar la cobertura del régimen contributivo. Mientras que con el sistema actual se esperaban 1,8 millones de pensionados en 2040, con la reforma habría 2,1 millones, para ese mismo año. Estas cifras serían de 2,5 millones, en ausencia de la reforma y 2,8 millones para 2050, con la reforma; y de 4,0 millones y 4,2 millones para 2090, respectivamente.
Pilar solidario
Frente al pilar solidario, la DT del Carf calcula que este tendrá un costo anual de 0,3% del Producto Interno Bruto (PIB) una vez entre en vigencia la reforma, es decir, $4,8 billones. Cabe resaltar que los recursos del pilar solidario deberán ser asignados por el Presupuesto General de la Nación (PGN) todos los años en el Congreso de la República.
Estos recursos deberán tener en cuenta los techos de gasto fijados por el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y ser consistentes con la Regla Fiscal. “Este pilar no corresponde a un derecho pensional; responde a un programa social y deberá estar sujeto a los recursos disponibles para el mismo”, indicó la entidad
Pilar semicontributivo
En cuanto al pilar semicontributivo, la DT del Carf calcula que este tendría un costo del 0,2% del PIB en 2025, que aumentaría a 0,3% del PIB en 2036, y después subiría lentamente, hasta 0,8% del PIB en 2065. Este gasto se explica por la devolución de los saldos de los cotizantes, al rendimiento real de las cotizaciones pagadas a Colpensiones y al subsidio sobre el saldo resultante que se otorga a aquellas personas que cotizaron entre 300 y 1.000 semanas, y que no se encuentran en condición de pobreza ni vulnerabilidad.
“Los beneficiarios de este pilar no accederían a una pensión, dado que recibirían montos mensuales menores a un salario mínimo legal mensual vigente (smmlv)”, anotó.
Pilar contributivo
Frente al pilar contributivo, en el que efectivamente están los pensionados, la DT del CARF calcula que las necesidades de Colpensiones para el pago de mesadas y devoluciones aumentarían del 3% del PIB en 2025 al 4,9% del PIB en 2065. Esto se explica porque Colpensiones pasaría a responder por los primeros 2,3 smmlv de todas las pensiones.
“Debido a estas mayores necesidades, y en vista de que los ingresos de Colpensiones que se destinan al pago de estas necesidades se mantienen relativamente constantes frente a los que se tendrían sin la reforma, una vez se agote el Fondo de Ahorro (la DT del CARF calcula que este se agotará en 2062, en 38 años), la nación deberá hacer una transferencia mayor a Colpensiones en alrededor de 2,5% del PIB anuales (pasa de 1,3% del PIB en 2025 a 3,8% del PIB en 2063)”, indicó.
Puntualizó que la reforma representa un aumento del valor presente neto (VPN) de la transferencia de la nación a Colpensiones, a 2100, de alrededor del 62,3% del PIB frente al VPN de esta transferencia sin reforma pensional.
Más transferencias del Gobierno
Asimismo, aclaró que el proyecto de ley implica un aumento de las transferencias del Gobierno nacional hacia el financiamiento del sistema pensional en el largo plazo porque asume la responsabilidad de todas las pensiones por debajo del umbral de 2,3 smmlv y ahorra solo parte de las cotizaciones. También, debido a que se introduce el mecanismo de prestación anticipada acotado hasta 2036; se reducen las semanas mínimas de cotización para acceder a pensión por parte de las mujeres; se da la posibilidad de trasladarse a menos de diez años de la pensión y se permite la compra de semanas en el Régimen de Prima Media (RPM) con las cotizaciones del Régimen de Ahorro Individual Solidario (RAIS).
“El aumento del costo del sistema pensional en el largo plazo genera inequidad intergeneracional. Las futuras generaciones deberán contribuir, ya sea por medio de mayores cotizaciones o impuestos, en una mayor medida frente a lo que harían en el escenario sin reforma”, dijo la DT del Carf.
De igual manera, enfatizó que en la generación de menores de 30 años deberá pagar pensiones para los actuales trabajadores y quienes apenas se pensionan, situación que se exacerba dadas las tendencias demográficas en las que caen la natalidad y aumenta fuertemente la tasa de dependencia.