Ana Rosa Quintana ha visitado el pódcast ¿Te la sabes? para hablar sobre su trayectoria y sus sensaciones tras el salto a las tardes de Telecinco. La presentadora de TardeAR ha acudido al formato de Marina Rivers y se ha sincerado acerca de su actual competencia con Sonsoles Ónega, el hate que recibe o su retirada de la televisión.
La periodista ha confesado que, después de dos décadas liderando las mañanas de la cadena de Mediaset, no tenía previsto empezar un nuevo proyecto, pero la compañía se lo pidió. “La empresa estaba cambiando de consejero delegado, querían cambiar la línea editorial y me lo pidieron. No les podía decir que no, pero me hubiera quedado en la mañana muy a gusto”, afirma.
Así confiesa que los directivos estuvieron “muy pesados con que hiciera las tardes” y finalmente aceptó el desafío, un cambio que ha trastocado sus planes de futuro en lo laboral, en concreto sobre su retirada. “Hubiera aguantado un añito o dos en las mañanas y ya. Ahora con las tardes tengo una responsabilidad de equipo y no puedo dejarles en la estacada, pero llegará un día en que se den las circunstancias”, expresa la comunicadora.
En ese sentido, Ana Rosa asegura que aguantará en televisión “lo que la gente quiera” y el tiempo que ella misma considere hasta que llegue el momento de irse: “Debe de ser muy difícil marcharte, pero hay que saber hacerlo. Yo confío mucho en mi familia y en mi gente. Les tengo dicho que un día me tendrán que decir ‘Ana, ya’ si a mí no se me ocurre antes”.
Competencia y ‘hate’
Sobre su estancia en las tardes, Quintana confiesa que vivía mucho más tranquila en las mañanas, ya que su formato estaba muy asentado en audiencias. Sin embargo, ahora se encuentra en una franja mucho más complicada y siendo “la última” en llegar.
A ese respecto, la presentadora añade que la competencia se lo complica todavía más debido a la ausencia de publicidad, ya que en TVE no existe y en Antena 3 no hay cortes publicitarios en el horario de emisión de Y ahora, Sonsoles desde su estreno en octubre de 2022. “Competir sin publicidad es como hacer salto de valla con un pie y una mano atada, pero aun así nos va bien”, asevera.
En cuanto al odio que recibe en redes, la periodista se muestra indiferente: “Me da exactamente igual, no me afecta”. Y agrega: “Las críticas siempre están ahí, no puedes gustarle a todo el mundo. Para mí es todos los días lo mismo”.
Por ello, considera que lo importante es “ser honrado y no tergiversar”. “No hay que mentir intencionadamente con un objetivo, y ahora está ocurriendo mucho, desgraciadamente, en informaciones políticas. Se ha perdido la objetividad y parece que uno se pone una camiseta o se pone otra”, comenta.
“La objetividad total no existe, porque todos tenemos una forma de pensar. Un periodista lo que tiene es que intentar contar lo que ha ocurrido de la forma más objetiva posible. No es lo mismo hacer información que crear una opinión”, añade Ana Rosa, que defiende que “hay que comprobar las informaciones y ser lo más objetivo posible, no vale todo”.