La situación de la industria es crítica debido a la fuerte caída de las ventas y la consecuente baja de la producción. El 95,7% de las empresas del sector asegura que su economía empeoró moderadamente o mucho desde diciembre.
El dato surge de una encuesta de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira), que nuclea a 35 sindicatos y a 61.728 empresas dividas en 18 sectores de actividad, y el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El 60,9% de las empresas declararon caídas de las ventas superiores a 15%, lo que provocó una disminución en la producción y un aumento de la capacidad instalada ociosa importante. En este sentido, el 52% de las empresas encuestadas precisó que se usan 6 de cada 10 máquinas o menos.
A nivel país, la utilización de la capacidad instalada en marzo de este año era de 53,4%, presentando una disminución de 13,9 puntos porcentuales respecto al año previo y ubicándose solo 1,8 puntos porcentuales por encima de marzo de 2020, en plena pandemia, según datos del Indec.
Ese cuadro impactó sobre el nivel del empleo: el 73,9% de las empresas efectuó despidos. Al interior, el 52% despidió hasta 5% de su personal, y solo en el 26% de los casos no se perdieron puestos de trabajo.
El 52% de las empresas consultadas despidió hasta 5% de su personal, y solo en el 26% de los casos no se perdieron puestos de trabajo
Asimismo, hubo ofrecimiento de retiros voluntarios en más de la mitad de las empresas consultadas (56,5%) y el 61% tuvo alguna reducción de turnos de producción, lo que se vio reflejado en la disminución de horas extras en el 90% de los casos.
Las expectativas para el resto del año no son alentadoras: ninguna de las empresas prevé que su situación económica mejore y solo 4,3% considera que va a estar igual que ahora. El 74% sostiene que la situación será mucho peor en diciembre de 2024.
Los resultados van en línea con el relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA) a más de 1.200 empresas, en donde predominó la caída en la producción, las ventas, exportaciones y el empleo. El aumento de costos y la baja de la demanda son las principales preocupaciones. Además, se incrementaron las empresas con dificultades para hacer frente a sus pagos.
A su vez, las empresas consideraron que su situación económica está peor que hace un año, aunque se volvió a registrar una mejora en las expectativas.
El presidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, aseguró a Perfil recientemente: “En las mediciones de datos lo que podemos ver es que la caída es más profunda, como la del 2001″.
¿Cuándo se va a recuperar el consumo?
Una importante fuente del sector industrial contó que con las paritarias se empieza a recuperar parte de lo perdido en términos de poder adquisitivo en diciembre y enero. “Al recuperar parte de lo perdido, el consumo debería empezar a recuperarse un poco y por lo tanto, la actividad industrial ya debería haber tocado un piso”, aseguró.
No obstante, explicó que hay dos riesgos: en primer lugar, el nivel de empleo, el cual está cayendo en sectores como la construcción, la industria y el comercio; y en segundo, la apertura de importaciones.
“Si bien el ancla cambiaria hace que los precios de los bienes industriales se queden más quietos, prácticamente no están subiendo, te quita la competitividad con la importación. Entonces, hay que ver cuánto de la recuperación va a la producción nacional y cuánto va a un aumento del porcentaje de consumo de productos importados en un marco de mayor apertura”, precisó la fuente.
Guillermo Olivetto, especialista en consumo y fundador de la consultora W, detalló que la pérdida del salario real de los trabajadores formales fue del 20% en el primer cuatrimestre del año y que prevé una recuperación del consumo en forma de “pipa” recién desde septiembre en adelante.
Vuelta del crédito: ¿puede dinamizar la actividad?
Las sucesivas bajas tasas de interés del Banco Central allanan el terreno para una mayor oferta créditos tanto para empresas como personas. Sin embargo, la demanda aún no es alta.
El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, señaló que tomar créditos todavía no es una opción en general porque no se tiene previsibilidad.
En la misma línea, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), afirmó que no están viendo que las empresas tomen crédito para la inversión, dado que no ven ningún tipo de reactivación.
Tomar créditos todavía no es una opción en general porque no se tiene previsibilidad (González)
Otra fuente de la industria dijo que cree que el crédito puede ayudar a bajar un poco el costo financiero de las empresas, especialmente con el capital de trabajo, pero no para mover la demanda y el consumo. “El porcentaje del crédito sobre el PBI es muy bajo, cayó mucho con la devaluación”, explicó.
Al respecto, Olivetto detalló que el porcentaje de crédito sobre el producto es del 0,4%, mientras que en Chile, por ejemplo, es del 80%. El especialista sostuvo que puede ser un factor dinamizador en el mediano plazo para el consumo pero que dependerá también de los niveles de empleo.