Ninguno ha alcanzado el 5% de los votos, pero todos tendrán representación en el Parlamento europeo tras las elecciones celebradas este domingo. La coalición Ahora Repúblicas (que engloba a ERC, EH Bildu y BNG) ha obtenido 856.000 papeletas y un porcentaje del 4,91%. Sumar se ha quedado en 811.000 votantes y el 4,65%. Se Acabó la Fiesta del agitador de ultraderecha Alvise Pérez ha logrado 800.000 votos (el 4,59%). Podemos también estará en Europa con dos diputados tras recibir el apoyo del 3,28% de los votantes. Al igual que Junts y CEUS (la coalición de PNV y CC), que se quedan con el 2,54% y el 1,61%, respectivamente.
Todas estas formaciones políticas viajarán a Bruselas porque España es, junto a Alemania, uno de los dos países europeos que todavía no ha traspuesto a su legislación la reforma del Acta Electoral que la UE aprobó en julio de 2018, una especie de reforma de la ley electoral. Hace seis años los eurodiputados dieron su visto bueno a que todos los países de la UE cuya representación supere los 35 escaños (como España) fijaran un umbral mínimo de votos de entre el 2 y el 5% necesario para que un partido pudiese obtener un diputado en las elecciones europeas. España nunca lo fijó. Porque España, explican fuentes del Parlamento Europeo, puede posponer esta reforma electoral.
Gracias a este ‘olvido’, Esquerra Republicana, EH Bildu, BNG, Sumar, Podemos, Junts, PNV, CC y la agrupación de electores de Alvise Pérez estarán en el Parlamento europeo. Si el Gobierno español hubieses fijado ese umbral mínimo en el 5% todos estarían fuera. Si solo lo hubiera fijado en el 3%, Junts, PNV y CC no hubieran entrado en la Eurocámara. Todo está recogido en el artículo 3.2 de la Decisión 2018/994 del Consejo por la que se modifica el Acta relativa a la elección de los diputados al Parlamento Europeo por sufragio universal directo. “Los Estados miembros […] establecerán un umbral mínimo para la atribución de escaños en las circunscripciones que cuenten con más de 35 escaños”. España repartía 61 puestos en estos comicios. “Dicho umbral no será inferior al 2% ni superior al 5% de los votos válidos emitidos en la circunscripción de que se trate, incluido un Estado miembro de circunscripción única”, reza la normativa.
Fuera todos los socios de Sánchez
¿Por qué no se ha hecho? El Gobierno de Sánchez nunca ha dado explicaciones. Lo que está claro es que con los resultados que se han dado este domingo, y si ya hubiera estado fijada esta barrera del 5%, todos los socios parlamentarios del PSOE estarían fuera de la Eurocámara tras las elecciones del 9-J. Incluido su socio de Gobierno, Sumar, que ha sufrido una importante debacle en cuanto a resultados obteniendo solo tres eurodiputados. La Decisión 2018/994 establece que “los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para cumplir la obligación contemplada en el apartado 2 a más tardar para las elecciones al Parlamento Europeo que sigan a las primeras elecciones que se celebren después de la entrada en vigor de la Decisión”. Es decir, lo podría haber hecho en los comicios de 2019 y ahora en los de 2024.
Ser parlamentario europeo, aunque tiene menos visibilidad y recorrido en España, conlleva unas ventajas económicas importantes. Su asignación mensual asciende, antes de impuestos, a 9.975,42 euros. A eso hay que descontar un impuesto europeo y el pago de una cotización a un seguro de accidentes, por lo que el salario mensual se queda en 7.776,06 euros. Además, la mayoría de los países de la UE obligan a sus eurodiputados a pagar un impuesto nacional adicional en su país de origen. Hay una dieta fija diaria de 338 euros y otra dieta para gastos generales que cubre el alquiler y administración de oficinas, gastos de teléfono y suscripciones, entre otras cosas, de 4.778 euros mensuales.