El presidente Gustavo Petro dio una contundente orden a todos sus embajadores para reforzar la economía de uno de los productos más emblemáticos del país: el café.
El primer mandatario solicitó a todos los diplomáticos de su Gobierno que redoblen los esfuerzos para promocionar la exportación del grano y los derivados y así poner el nombre de Colombia en el panorama internacional, lo que intrínsecamente aumentaría el interés de los extranjeros para visitar el país.
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“Solicito que todas las embajadas ayuden a promocionar y vender café elaborado, listo para el consumidor y exclusivamente colombiano. La promoción del café elaborado y el turismo a nuestro país son las tareas comerciales prioritarias de toda embajada y consulado colombiano”, señaló.
El anuncio del mandatario se da después de que la embajadora de Colombia en Austria, Laura Gil, entregara los primeros resultados de la directriz emitida desde el Gobierno nacional. De hecho, el mandatario reposteó uno de los logros de la diplomática en sus redes sociales.
“El pdte Gustavo Petro pidió a sus embajadas adelantar una diplomacia cafetera. Hoy cerramos un acuerdo con un gran grupo belga para la exportación de café de proyectos de desarrollo alternativo”, señaló Gil en la tarde del miércoles 12 de junio.
De hecho, la embajadora en Austria dio detalles de esta nueva alianza que permitirá reforzar la economía cafetera de Colombia, a pesar de no representar ingresos significativos para la nación, como lo aclaró la funcionaria del Gobierno.
“La meta consiste en alcanzar lo más rápidamente que podamos el envío de 30 contenedores al año. Sabemos que este esfuerzo no tendrá un peso fundamental en la balanza comercial de Colombia pero sí en la vida de miles de personas en la ruralidad”, señaló.
Incluso, Laura Gil aseguró que ya se está trabajando con a Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) para implementar nuevas estrategias que permitan fortalecer ese comercio, que se ha visto envuelto en polémica por las declaraciones del presidente Petro.
“La Embajada de Colombia en Austria y la Unodc han hecho una alianza para impulsar la exportación de productos de desarrollo alternativo en Europa mediante la identificación de empresas con potencial interés y vinculación al sector de comercio justo”, señaló.
Porsu parte, la orden del presidente Gustavo Petro se da dos meses después de creó una fuerte polémica en medio de su discurso en la Asamblea Nacional Cafetera, celebrada en el mes de abril, en la que el criticó fuertemente el manejo del sector cafetero, calificando su administración como un “fracaso”.
De hecho, Petro afirmó que los fondos de este sector pertenecen al “pueblo colombiano” y cuestionó la falta de protección a la propiedad pública.
“¿Qué pasa con el dinero público? ¿Por qué no protegemos la propiedad pública? Los dineros del café son del pueblo colombiano. En eso no puede existir duda”, expresó el presidente ante los representantes de diversas asociaciones caficultoras provenientes de distintos departamentos del país.
Durante su discurso, el mandatario hizo un llamado al gremio cafetero a concertar medidas para “rescatar” al sector y planteó la necesidad de un proyecto constituyente cafetero.
También cuestionó el uso del Fondo Nacional del Café, una cuenta parafiscal alimentada por las contribuciones de los productores de café. Incluso, la Federación Nacional de Cafeteros recibe entre 90 y 100 millones de dólares anualmente para administrarla y cumplir su objetivo de maximizar los ingresos de los productores. “¿Qué hacemos con el Fondo Nacional del Café? Hay plata, pero ¿cómo se está usando?”, señaló Petro.
El año pasado, el presidente había advertido que si la Federación Nacional de Cafeteros no accedía a una reestructuración, pondría fin al contrato que maneja esa corporación, ya que el fondo no solo financia bienes y servicios públicos que benefician a los caficultores, sino que también invierte en investigación científica y desarrollo tecnológico a través del Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé), y en actividades de comercialización y mercadeo que han elevado el valor del café colombiano.
Además, Petro criticó la importación de café para consumo nacional. “¿Por qué estamos importando café si sabemos que mata uno de los renglones económicos más intensivos en trabajo? ¿Qué país mata el trabajo?”, cuestionó. También mencionó que la costumbre de vender el café en grano perjudica a los productores, impidiéndoles beneficiarse plenamente de la cadena de valor.
En ese momento, el presidente propuso la creación de cooperativas controladas por los propios productores, con el apoyo gubernamental para hacer rentable la producción. “Se lleva el grano a los suizos y ellos son los que hacen los cafés y los mezclan”, declaró Petro, refiriéndose al procesamiento y comercialización del café fuera del país.
Petro señaló además que la “plata” del café se ha desperdiciado debido a la incapacidad de conquistar el mercado internacional. “Éramos el cuarto país, bajamos al quinto y seguimos bajando en la competencia en el mundo. Esto no fue por culpa del campesino, sino de la representación que destruyó el mundo cafetero en Colombia, privatizaron todo”, afirmó.
