Cerca de 33 millones de personas en España, de una población total de 48 millones, estuvieron expuestas en 2023 a unos niveles de contaminación que exceden los nuevos límites aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo, según indica el último informe de Ecologistas en Acción sobre la calidad del aire publicado este miércoles, lo que evidencia “la magnitud del reto a asumir por las administraciones”. El año pasado, que fue el segundo más cálido desde que comenzaron los registros en 1961, se produjeron numerosos episodios de contaminación por partículas y por ozono, dándose las peores situaciones en Canarias y la Comunidad de Madrid.
El informe, que analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el país y toma como referencia los valores límite aprobados en abril por Europa, también revela que las principales áreas urbanas incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno, el contaminante más relacionado con el tráfico. En determinadas áreas fabriles y en el entorno de las grandes centrales termoeléctricas son estas fuentes industriales las que condicionan de manera decisiva la calidad del aire, si bien el transporte aéreo y marítimo también tiene gran repercusión en la calidad del aire del entorno de aeropuertos y puertos. Además, solo una veintena de ciudades han implantado las preceptivas zonas de bajas emisiones.
No obstante, el estudio también indica que durante 2023 la calidad del aire en España ha mejorado respecto al 2022 y los años anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico, en porcentajes que oscilan entre el 7% y el 31% respecto a los promedios del periodo 2012-2019. Considerando la normativa todavía vigente, la población que respiró aire contaminado por encima de los obsoletos límites legales actuales se redujo a 2,9 millones de personas, un 6% de la población total, repartidas entre Canarias, la Comunidad de Madrid, el interior de Cataluña y Villanueva del Arzobispo (Jaén).
Por otro lado, la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación alcanzó 84.000 km2, una sexta parte del territorio.
Si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a toda la población española y a 454.000 kilómetros cuadrados, el 90% del territorio, añade el informe.
(Noticia en desarrollo)