El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha celebrado este viernes que la semana pasada hubiera una “mayoría” de los países que acudieron a la conferencia de paz para Ucrania, en Suiza, que se negaran a ratificar las “esquizofrénicas” reclamaciones del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Se dieron cuenta de que una mayoría mundial no quería sumarse a los ultimátums a Rusia, tales como abandonar Crimea, Donbás, o aceptar un tribunal para juzgar a Rusia”, ha dicho Lavrov durante un encuentro de los ministros de Exteriores de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
Lavrov ha señalado que el hecho de que hubiera una parte de los países asistentes que se negaran a ratificar el plan de paz ucraniano demuestra lo “absolutamente irreales”, e “incluso esquizofrénicas”, que eran estas exigencias.
Esa mayoría mundial a la que ha hecho referencia Peskov se trata de una docena de países –entre ellos México, Arabia Saudí, Brasil, o India– de los más de 90 que acudieron, que se abstuvieron de firmar la declaración final, naciones del llamado Sur Global, que Zelenski quería ganarse durante la cumbre.
Asimismo, Lavrov también ha criticado el sesgo, a su juicio, en algunos de los debates que se plantearon en aquella cita, como la cuestión sobre la seguridad energética, que se limitó a la central de Zaporiyia, recoge la agencia TASS.
“La seguridad energética en su sentido más amplio no se abordó, ya que habría que haber planteado la cuestión de la situación alrededor del Nord Stream”, ha apuntado sobre el gasoducto situado en el Báltico que sufrió un ataque en septiembre de 2022, pocos meses después del inicio de la invasión de Ucrania.
“Estoy convencido de que si empezaran a hablar de seguridad energética, la mayoría de los países invitados, no los occidentales, se interesarían en lo que pasó con el Nord Stream”, ha dicho Lavrov, asegurando que se obvió ese asunto para evitar que se “autoexpusieran”, en línea con la tesis del Kremlin de que fueron Ucrania y sus socios quienes perpetraron un sabotaje en estas instalaciones.
El Nord Stream, ha recalcado, ha tenido un “papel enorme a la hora de garantizar la seguridad energética (…) a nivel global, ya que ha garantizado una parte importante (…) del suministro energético de Europa”.