Con el comienzo del verano, empiezan a llegar las noticias de avistamientos de tiburones en las playas españolas. Este suceso, aunque infrecuente, no es extraño que ocurra. Hay muchos más ejemplares de estos animales cerca de la costa de lo que los ciudadanos piensan, pese a los efectos del cambio climático. Algunas especies son más frecuentes que otras, pero en general suelen acercarse a estas zonas menos profundas por razones de cría y alimentación. Estas costumbres hacen que exista un riesgo de cruzarse con una de estas especies.
Respecto a las especies, las más habituales son la tintorera, la pintarroja y el cazón. Estas suelen estar presentes en el Cantábrico o el Océano Atlántico debido a sus aguas de temperatura fría. Por lo que, en el mar Mediterráneo será más difícil encontrarse a una estas especies, y no solo por el agua cálida, sino por una mayor presencia de ciudadanos. Uno de lugares en los que más tiburones se han avistado es en el Estrecho de Gibraltar y no solo de dicho animal, sino que en este lugar se encuentran todo tipo de especies marinas.
Tiburones en el Mediterráneo y en el Cantábrico
En cuanto al mar Mediterráneo, se estima que existen unos 45 tiburones, aunque no es muy habitual verlos cerca de la costa. Quienes sí se han encontrado con ellos son los pescadores. Además, los tiburones que se presentan en estas aguas pueden presentar varios tamaños, desde los 50 centímetros hasta los 12 metros de longitud.
Por su parte, en el mar Cantábrico habitan diversas especies de tiburón, aunque es poco habitual observarlos, ya que suelen moverse por aguas profundas y alejadas de la costa. Únicamente se aproximan más a la orilla para buscar alimento, como peces. En cuanto al tamaño, suelen llegar a medir tres metros de longitud. El Océano Atlántico y, principalmente en Galicia, es una de las zonas de toda España en las que más tiburones hay, debido a su situación geográfica y a la temperatura del agua, así como por la profundidad de sus aguas. Sin embargo, los tiburones que se presentan esta zona suelen ser medianos, de 100 a 150 centímetros, aunque alguno puede llegar a superar los tres metros.
Cabe destacar que la presencia de tiburones en agua españoles no supone un riesgo para los ciudadanos, ya que la posibilidad de ataque es muy baja. Las mordeduras de estos animales a bañistas en España es prácticamente inexistente. Aunque lo cierto es que España es el país de la Unión Europea donde más tiburones se pescan, en concreto el 50% de todas las capturas de la zona. Además, su pesca es cada vez más común debido a sus aletas que cuentan con un precio elevado.
Qué hacer al cruzarse con un tiburón
Aunque el verano apenas ha comenzado, algunos bañistas ya han tenido este 2024 encuentros con tiburones, que han obligado incluso a cerrar algunas playas por precaución. Los avistamientos de tiburones en las playas, aunque infrecuentes, generan preocupación entre los bañistas. Así ocurrió, por ejemplo, el pasado 15 de junio en Gran Canaria, cuando un tiburón de dos metros apareció a escasos metros de la orilla de la playa de la Melenara (Telde). Sin embargo, los especialistas enfatizan que estos animales no representan un peligro significativo para los humanos. Según explicó el científico marino Marc Aquino Baleytó a Infobae España, los ataques de tiburones a personas son eventos anecdóticos, con un estimado de entre cinco y diez casos anuales en todo el mundo.
La conducta de los tiburones hacia los humanos se fundamenta en la curiosidad más que en la agresividad. Aquino Baleytó expone que estos animales pueden sentirse amenazados por la presencia humana. “Pueden estresarse y dar un mordisco para poder salir, abrirse paso” o incluso “como mordisco exploratorio, para saber qué somos”, explicó Baleytó. Por ello, ante un encuentro con un tiburón, los más recomendable es salir del agua en cuanto podamos, siempre mirando al animal. Es importante no hacer movimientos bruscos que puedan ser interpretados como una amenaza. Hay que salir “con decisión pero a una velocidad normal”. Además, se destaca que los tiburones son animales territoriales y prefieren mantener su espacio sin ser rodeados.
La visibilidad en el agua también juega un papel crucial en estos encuentros. En condiciones de baja visibilidad o en momentos del día con menos luz, las probabilidades de que un tiburón reaccione de forma inesperada aumentan. Esto ocurre porque carecen de la suficiente información visual para identificar correctamente a los humanos. Por ello, en esas situaciones el baño no es recomendable.