En Lima, —la ciudad más congestionada de América Latina, según el servicio global de tráfico TomTom— la situación del tráfico empeora cada vez más debido a múltiples obras y desvíos que afectan su infraestructura vial.
De acuerdo a un nuevo informe de Punto Final, en distritos como Villa El Salvador, San Juan de Lurigancho y Chorrillos, las calles cerradas y cambios de ruta generan serias dificultades para los conductores, que van desde la construcción de la Línea 2 del Metro hasta reparaciones menores y cambios de tuberías.
Además, la situación se ve agravada por la falta de coordinación entre las diferentes municipalidades, pues, cada una prioriza proyectos distintos que consideran urgentes dentro del breve periodo que dura el mandato de sus alcaldes.
¿Dónde hay más tráfico?
En un recorrido por la ciudad, se observa una creciente complejidad en llegar a destinos que solían ser accesibles en poco tiempo. Un ciudadano comentó que “hay muchas obras al mismo tiempo y eso dificulta más el tránsito”. Entre estas obras se encuentra la Línea 2 del Metro, que empezó en 2014 y aún no se vislumbra su finalización, lo que está provocando graves problemas de inseguridad en el distrito de El Agustino, por ejemplo.
Mientras que en El Callao, los desvíos causan fuerte congestión diaria en la vía Faucett, así como en las avenidas Colonial, Venezuela y Arica, y próximamente el cruce de Paseo Colón con Garcilaso de la Vega por la construcción de estaciones del metro a fin de año. Además, en San Martín de Porres, la avenida Miguel Grau, crucial para descongestionar el tráfico, lleva meses sin avances visibles.
La respuesta de los responsables
A pesar de que las obras son necesarias y apuntan a mejorar la infraestructura, el retraso y falta de avances significativos en algunas áreas es evidente y ante ello los vecinos han manifestado su frustración.
En respuesta, Hower Malo, coordinador de obra del Gobierno Regional de Lima Metropolitana (GRML), ha reconocido que imprevistos como la antigüedad de las tuberías de agua y desagüe, de más de 60 años, están retrasando el progreso de los proyectos, tales como el de la Nueva Av. Miguel Grau.
“Como sabemos todos, pues, esta obra tiene una interferencia principal, que es justamente el tema del agua y desagüe que estas tuberías tienen 60 años, nosotros al momento de la ejecución nos topamos con esta sorpresa”, dijo Malo a Punto Final.
Por esta razón, el representante del GRML explicó que se estarían realizando trabajos adicionales no contemplados originalmente, lo que implica nuevas demoras.
Asimismo, en relación a la señalización de la obra, indicó que, aunque gran parte de los puntos críticos ya están identificados y señalizados, se tomarán acciones correctivas inmediatas para cualquier señalización faltante. Esto con el fin de garantizar la seguridad y claridad en las zonas de trabajo para prevenir posibles accidentes y mejorar la gestión del tránsito alrededor de la obra.
Finalmente, Malo confirmó que la ampliación del plazo de la Nueva Av. Miguel Grau ha sido justificada y acordada en función de las nuevas necesidades técnicas que se han descubierto, y se espera que estas acciones adicionales aseguren la durabilidad y efectividad de las infraestructuras de agua y desagüe.
