Gracias a diversos factores, ciertos alimentos que son clave en las preparaciones de la comida mexicana han aumentado de precio durante la primera mitad de este año, afectando directamente a los bolsillos de todos los mexicanos.
El Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (ANIIM) de la Secretaría de Economía ha señalado que este aumento de precios se debe a las altas temperaturas y a la falta de agua que estas provocaron durante las olas de calor que sufrimos los primeros meses del año.
Esta sequía ha provocado que algunos de los cultivos no puedan ser cosechados, o que los agricultores no se aventuren a cultivarlas como otros años por temor a las pérdidas que puedan tener, lo que ha originó en una subida de precios importante.
Los principales productos que han aumentado de precio han sido el chayote, que se llega a cotizar hasta 100 pesos un kilo; la lechuga, que se llega a ofertar hasta en 25 pesos la pieza; el chile serrano ha subido su precio hasta llegar a los 100 pesos el kilo, la calabacita, que se oferta en 40 pesos y, el más sorprendente, el cilantro, que se ha llegado a comercializar hasta en 450 el ramo de un kilo. Frutas como el mango y el aguacate también han aumentado su precio.
Las recientes subidas en el precio de estos alimentos están afectando significativamente a los comerciantes, tanto a minoristas como a pequeños empresarios que dependen de este producto. La escalada de precios ha causado descontento entre los clientes, quienes han debido ajustar sus presupuestos para seguir comprando productos esenciales.
En paralelo, el impacto también se ha sentido en negocios como las taquerías, que utilizan el cilantro como ingrediente básico. Estos establecimientos han sido forzados a aumentar los precios de sus productos para mitigar las pérdidas económicas provocadas por el alza en los costos de la materia prima. La situación está generando una cadena de efectos que repercute en la rentabilidad y operación de estos comercios.
De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la primera quincena de junio de 2024, se presentó un incremento de 0.21 por ciento respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 4.78 por ciento.