Tras ser acusado de abuso sexual, un hombre fue linchado en San Juan Teacalco, Temascalapa, Estado de México. El incidente ocurrió el martes 16 de julio por la tarde en la explanada central del pueblo donde el sujeto perdió la vida posterior a la trifulca.
Todo comenzó cuando los vecinos denunciaron un ataque sexual contra una joven de 19 años el día anterior. Una multitud enfurecida localizó al hombre, lo llevó al kiosko comunitario y lo golpeó hasta su muerte.
Las cámaras de vigilancia registraron el suceso, pero las fuerzas de seguridad locales y estatales no lograron intervenir a tiempo. Cuando llegaron los servicios de emergencia, el individuo ya no presentaba signos vitales.
El cuerpo del linchado quedó en la explanada, lo que generó preocupación entre los residentes que no participaron en el ataque. Hasta ahora, no ha habido arrestos relacionados con el linchamiento, únicamente personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) arribó a la locación para levantar el cuerpo e iniciar las investigaciones correspondientes.
La problemática de los linchamientos en México
Los linchamientos en México se presentan tanto en zonas rurales como urbanas, siendo Puebla, Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca y la Ciudad de México las entidades con mayor prevalencia. Así lo manifestaron los doctores Raúl Rodríguez Guillén y Norma Ilse Veloz Ávila, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Según datos recopilados por los especialistas, entre 2016 y 2022 se registraron 1,423 casos de linchamientos consumados y 196 en grado de tentativa, sumando un total de 1,619 incidentes. Estos actos, a menudo ejecutados como castigos por presuntos delitos sin un debido proceso, reflejan un descontento social profundo que requiere ser estudiado para entender sus causas.
Por otro lado, el 22 de mayo de 2019 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicó el “Informe Especial sobre la problemática de los linchamientos en el territorio nacional”. En dicho documento, la Comisión subrayó la gravedad de estos actos considerándolos una de las manifestaciones más severas de la crisis de inseguridad, violencia e impunidad en el país.
Aunque los linchamientos suelen ser percibidos como intentos de resolver problemas de inseguridad ciudadana, en realidad representan un desprecio hacia las autoridades y la vigencia del Estado de Derecho. No es posible justificar estos actos de violencia ni tomarlos como formas legítimas de protección personal o colectiva, indica la CNDH.
En el informe especial se incluyen resultados de una encuesta aplicada en cuatro estados de la República con alta incidencia de linchamientos entre 1988 y 2014, al igual que los resultados de los académicos de la Universidad Metropolitana, los estados con mayor incidencias son: Estado de México, Puebla, Ciudad de México y Morelos.