A comienzos de año resonó con mucha fuerza un anuncio realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien habló sobre la modificación del esquema de subsidios que afecta a los pasajes de colectivos y trenes de todo el país. A partir de ese momento, comenzó el debate acerca de cuánto pasaría a costar el boleto mínimo si la asistencia financiera del Estado bajara a “cero”. Lo cierto es que los meses pasaron y el Gobierno sigue dando el “presente” en las cuentas de las empresas de transporte, pero la eliminación total de los subsidios sigue siendo una tarea pendiente.
Por lo pronto, desde la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (Aaeta) elaboran mensualmente una estimación que indica cuánto debería costar el pasaje si el Estado no interviniera. En junio, aseguró el organismo, el boleto sin subsidios y precio liberado, hubiera costado $1.317. ¿En que se basan para llegar a ese valor? En el costo actual del sistema de transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Según indicaron desde Aaeta, el correcto funcionamiento del sistema hoy demanda un gasto de $259.936 millones mensuales. Considerando la cantidad de unidades, el flujo de pasajeros y el costo total de mantenimiento del sistema, el boleto tendría que valer mucho más de lo que cuesta hoy ($270). Sólo con una tarifa mínima de $1.317 se podría asegurar el correcto funcionamiento del transporte público, según entienden desde la entidad.
El subsidio no alcanza
Por el momento, con subsidios de por medio, el boleto de colectivo cuesta $270, pero tampoco ese es un buen punto de equilibrio para el funcionamiento del sistema de transporte. El informe de Aaeta sostiene que, aunque el costo real de mantenimiento del transporte del AMBA es de $259.936 millones, la Secretaría de Transporte sólo reconoce $205.569 millones. Eso significa, aseguran, que faltan $54.367 millones al mes para evitar la pérdida de calidad del servicio, frecuencias, seguridad y renovación de unidades.
Ante ese escenario, los empresarios piden que aumenten los subsidios o aumente el precio del boleto. De otra forma no garantizan que el servicio no se siga deteriorando.
De acuerdo con el último estudio presentado por la entidad, cada mes registran la venta de 218.019.899 pasajes (promedio de los últimos seis meses). Entre la compensación del Estado y lo pagado efectivamente por los pasajeros, las empresas cobran $863 por boleto, es decir $454 menos de lo que deberían percibir, incluyendo el 10,5% de IVA .
De esa forma, advierten que las empresas van a pérdida por un monto de $329 por cada boleto vendido.
El AMBA, el más económico
En el primer cuatrimestre de 2024, los subsidios al transporte automotor en el AMBA cayeron un 23% respecto del mismo período de 2023, considerando la inflación, de acuerdo al análisis realizado por Infobae de los datos provistos por la Secretaría de Transporte; mientras que la quita de compensaciones giradas a las provincias registró una disminución del 85%. Eso condujo a que la diferencia de precios en el Área Metropolitana de Buenos Aires y el resto del país se profundizara.
De acuerdo a un relevamiento de Aaeta actualizado a los primeros días de julio, el boleto mínimo del AMBA ($270) es el más bajo del país. Le siguen La Rioja, con $300, Trelew, con $450 y San Luis, con un boleto de $457. Luego aparecen varias ciudades en el rango de los $500 a $600, entre las que aparecen por ejemplo Mendoza y San Juan.
En el otro extremo se encuentra Pinamar, ciudad donde se cobra un pasaje de $1.591. Completan el podio Pergamino ($1.400) y Centenario ($1.147). También Formosa y Rawson tienen boletos por encima de los $1.000 ($1.050 y $1.031 respectivamente).
Algunas posiciones más abajo aparecen ciudades grandes, como Santa Fe, Rosario y Córdoba Capital, donde se paga el boleto a $940.
