La crisis en escalada en Venezuela fue el tema central de la reunión de Gabinete que encabezó esta mañana Javier Milei, donde la canciller, Diana Mondino, que venía apartada de las principales decisiones en política internacional, volvió a tener protagonismo al exponer un análisis de la situación. Y al finalizar, el Presidente se decidió a enviar a la ministra de Relaciones Exteriores a la sesión de emergencia convocada para mañana por la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, para debatir una resolución que llame al régimen de Nicolás Maduro a permitirle a la oposición contar los votos.
Milei quiere tomar la delantera en la contraposición a Maduro, y acentúa esfuerzos a medida que Lula da Silva toma protagonismo como líder regional. Sobre todo, desde que el primer mandatario de Brasil, que había postergado un posicionamiento, finalmente pidió que se revisen las actas en medio de la presión internacional para que diera una señal de condena al régimen dictatorial.
El jefe de Estado empezó a evaluar mandar a Mondino a la capital de Estados Unidos ayer, pero este mediodía todavía estaba en duda esa posibilidad. El Palacio San Martín lo confirmó cerca de las 13, algunas horas después de que la OEA concluyera que el régimen de Maduro perpetró la “manipulación más aberrante” en las elecciones presidenciales de Venezuela, con un durísimo informe que señala más de diez hechos que imposibilitan otorgarle reconocimiento democrático a las cifras oficiales que difundió el Consejo Nacional Electoral y otorga la victoria a Maduro. La funcionaria viajará hoy mismo por la noche para estar presente mañana en el encuentro en Washington. Llamativamente, viajaría sola. Y emprenderá el retorno el viernes.
Milei, que apuesta a su agenda internacional como prioridad, sigue con extrema atención el devenir de los hechos en ese país a través de la canciller y del representante argentino en Venezuela, Andrés Mangiarotti. Y esta mañana, según pudo confirmar Infobae, en la reunión de los funcionarios que se hace regularmente los mart dedicó buena parte del tiempo disponible -duró unas dos horas, entre las 9 y las 11- a discutir cómo seguir en el plano regional.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que en general trata de apartarse de los temas internacionales, se volcó a monitorearlo a tiempo completo. Y Mondino fue el centro del encuentro interministerial, donde Milei ratificó su postura sobre Venezuela pero agregó una frase: indicó que considera “un halago” que Maduro lo insulte.
La reunión había empezado a las 9, con el Presidente en la cabecera de la mesa, y a su lado, a pesar de los roces de las últimas semanas, la vicepresidenta Victoria Villarruel (nadie quiso revelar qué dijo por temor a represalias de Karina Milei); la Secretaria General de la Presidencia, que apenas habló; Francos, y casi todos los ministros, excepto Sandra Pettovello (Capital Humano), además del omnipresente asesor presidencial, Santiago Caputo.
El Presidente intenta ubicarse en el medio de la cruzada internacional para forzar transparencia en el conteo de los votos de las elecciones, luego de que Maduro se arrogara el triunfo en los comicios sin permitir que la oposición de Corina Machado pudiera revisar las actas. Ayer, ordenó que la Argentina se sume a la iniciativa de Estados Unidos, Chile, Canadá, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú, Paraguay, República Dominicana, Costa Rica y Uruguay para redactar un proyecto de resolución que sirva para presionar al régimen.
En paralelo, el Gobierno enfrenta un complicado panorama en Caracas, donde, según denunció Mondino anoche, había “gente afuera” de la sede diplomática argentina, en virtual señal de amenaza. Además, hoy se conoció que ayer, a través de una nota formal, el gobierno venezolano emplazó a los representantes del país en la capital para que abandonen el país antes del jueves, según confirmaron esta mañana a Infobae en el Palacio San Martín y en la Presidencia.