El reformador iraní Masud Pezeshkian, juró este martes ante el Parlamento como el noveno presidente de la República Islámica, en una ceremonia transmitida en directo por la televisión estatal. ”Como presidente, frente al Corán y el pueblo iraní, juro a Dios todopoderoso ser el guardián de la religión oficial, del sistema de la República Islámica y de la Constitución del país”, declaró el nuevo presidente.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khameneí, respaldó oficialmente el domingo la elección del reformador Masud Pezeshkian. “Apruebo la elección del sabio, honesto, popular y erudito señor Pezeshkian, y lo nombro presidente de la República Islámica de Irán”, dijo Khameneí en un mensaje leído por el responsable de su oficina. Además, le deseó éxitos, pero que el apoyo continuará “mientras mantenga la política de seguir el camino recto del islam y la revolución”.
La ceremonia se realizó en la capital Teherán, en la mezquita Hoseiniye Imán Khomeiní. De la celebración participaron las principales figuras políticas y militares del país. Pezeshkian sucede a Ebrahim Raisi, muerto en un accidente de helicóptero en mayo, del cual hubo una foto postrada sobre una silla junto al nuevo mandatario.
Pezeshkian, médico cardiólogo de 69 años, fue elegido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 5 de julio. Ganó la segunda vuelta de las presidenciales frente al ultraconservador Saeed Jalili, con el 53,6% de los votos frente al 44,3% de unos 30 millones de votos emitidos. Llamó a la unidad nacional y a “dejar las diferencias a un lado para llegar a donde nos merecemos”.
Cabe mencionar que durante su campaña no escondió su deseo de un mayor acercamiento a Occidente y la relajación de la obligatoriedad del uso del velo islámico, algo que no cayó bien en los sectores ultraconservadores. A pesar de esto, el nuevo presidente tiene autoridad limitada, ya que el líder supremo tiene gran injerencia, principalmente en lo relacionado a política exterior y seguridad.
