En un avance muy importante para la conservación del ADN, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado una técnica innovadora que promete transformar la forma en que almacenamos información genética y digital. Este hallazgo lo publicaron en la Revista de la Sociedad Química América, inspirado en la película “Jurassic Park”, el método denominado Thermoset-REinforced Xeropreservation (T-REX) utiliza polímeros similares al ámbar para encapsular y proteger el ADN a temperatura ambiente. Este avance resuelve los problemas asociados con los métodos actuales, que requieren congelación y condiciones de almacenamiento específicas.
Pruebas de resiliencia y resultados
Para probar la eficacia del método T-REX, los científicos encapsularon secuencias de ADN, incluyendo la música del tema de “Jurassic Park” y un genoma humano completo, en una sustancia parecida al ámbar. Luego, sometieron estas muestras a condiciones extremas: temperaturas de 55°C, 65°C y 75°C con una humedad del 70% durante siete días. Tras la exposición, el ADN fue recuperado exitosamente usando reactivos benignos en lugar de ácidos peligrosos. Los resultados mostraron que el ADN permaneció intacto y legible, confirmando la durabilidad y fiabilidad del método.
El equipo logró extraer el ADN almacenado utilizando técnicas de lectura de ADN en tan solo unas horas, a diferencia de los días que se requieren con los métodos tradicionales basados en sílice. Este proceso demostró la resistencia del material de encapsulación y también la eficiencia y rapidez con la que se puede recuperar la información almacenada. La capacidad de mantener la integridad del ADN bajo condiciones adversas resalta la viabilidad del método T-REX para aplicaciones a largo plazo.
Componentes y proceso de encapsulación
El proceso T-REX implica encapsular el ADN en redes poliméricas vítreas. Los investigadores seleccionaron un material similar al plástico poliestireno debido a su resistencia a la degradación. Añadieron una molécula llamada tionalactona al polímero, creando una debilidad química que permite descomponer el material y recuperar el ADN. Esta combinación específica de monómeros permite que el ADN, se integre en el polímero hidrofóbico, formando complejos esféricos que protegen el ADN de la humedad y el calor.
El polímero utilizado, similar al ámbar, es termoestable, lo que significa que se convierte en un sólido vítreo cuando se calienta. Esta característica es crucial para la protección del ADN, ya que impide que la humedad penetre y dañe las moléculas almacenadas. La incorporación de tionalactona, una molécula clave en este proceso, permite la descomposición controlada del polímero, facilitando la extracción del ADN sin necesidad de utilizar ácidos peligrosos como el ácido fluorhídrico.
Densidad y fragilidad del almacenamiento en ADN
El ADN es un medio de almacenamiento extremadamente denso, capaz de contener vastas cantidades de información en un espacio muy pequeño. Por ejemplo, toda la información de todas las películas jamás hechas podría caber en un cubo de azúcar si se almacenara en ADN. Sin embargo, la fragilidad del ADN y su susceptibilidad a daños por humedad y calor han sido obstáculos significativos. Los métodos actuales de almacenamiento de ADN requieren temperaturas bajo cero y el uso de productos químicos peligrosos, lo que limita su viabilidad y accesibilidad.
La densidad de almacenamiento del ADN es órdenes de magnitud superior a la de cualquier dispositivo creado por el ser humano. Sin embargo, su fragilidad ha sido un desafío constante. Los métodos tradicionales de almacenamiento requieren condiciones de congelación, equipos especializados o productos químicos peligrosos como el ácido fluorhídrico, lo que complica su uso generalizado. Además, los intentos de almacenar ADN a temperatura ambiente en materiales como la sílice no han tenido éxito, lo que subraya la importancia del avance que representa el método T-REX.
Implicaciones y aplicaciones futuras
El método T-REX abre nuevas posibilidades para la conservación del ADN y el almacenamiento de datos digitales. Al eliminar la necesidad de congelación y condiciones estrictas, se reduce significativamente el costo y la complejidad del almacenamiento. Esto es particularmente relevante para aplicaciones en biología sintética, genómica y en la preservación a largo plazo de información digital. La capacidad de encapsular ADN de manera eficiente y segura a temperatura ambiente podría revolucionar la forma en que gestionamos y protegemos datos valiosos.
Este avance representa un paso adelante en la tecnología de almacenamiento y proporciona una herramienta poderosa para diversas disciplinas científicas, ampliando nuestras capacidades para preservar y utilizar información genética y digital en el futuro. La capacidad de almacenar ADN a temperatura ambiente simplifica la logística y reduce la dependencia de infraestructuras costosas y complejas. Además, el uso de reactivos benignos para la extracción del ADN hace que el proceso sea más seguro y accesible para un uso generalizado.
Este avance mejora la viabilidad del almacenamiento de ADN y también ofrece una solución práctica y accesible para la conservación a largo plazo de información valiosa.