El virus del Nilo Occidental no es una enfermedad muy frecuente en España, aunque en los últimos años han ido aumentando sus casos. A comienzos de julio se produjeron los primeras casos del verano en el municipio de Dos Hermanas, en Sevilla, con dos diagnósticos ya confirmados y una fallecida.
Este sábado, se ha conocido que un varón de 66 años y una mujer de 56, ambos pertenecientes al área sanitaria pacense de Don Benito-Villanueva, se encuentran infectados por la misma enfermedad. Por el momento, los afectados por el virus permanecen “estables” e ingresados en planta en el Hospital Don Benito-Villanueva, según ha notificado este sábado el Servicio Extremeño de Salud.
4 de cada 5 personas infectadas son asintomáticas
La fiebre del Nilo Occidental, que pertenece a la misma familia de virus que el Dengue y el Zika, presenta un cuadro clínico diverso, aunque los síntomas más comunes incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, desorientación, temblores, convulsiones o parálisis. Sin embargo, según el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el 80% de las personas infectadas no muestran síntomas.
La enfermedad, que puede afectar tanto a animales como a humanos, se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos de la especie Culex. Aunque es raro, también es posible que se transmita mediante transfusiones de sangre, a través de la placenta, trasplantes de órganos, u otras intervenciones que involucren exposición a fluidos o tejidos infectados.
El ISCIII señala que la mayoría de los casos sintomáticos no son graves, y suelen presentar síntomas similares a los de una gripe común. Solo menos del 1% de los casos desarrollan complicaciones más serias, como meningitis, encefalitis o meningoencefalitis, y generalmente ocurren en personas con sistemas inmunitarios debilitados o mayores de 50 años.
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*Con información elaborada por Europa Press