El Invima advirtió que el país tiene desabastecimiento de al menos 15 medicamentos; ante esto, colectivos defensores de los derechos de los pacientes en el Valle del Cauca alzaron sus voces para indicar que las personas más afectadas son las que necesitan tratamientos contra la diabetes y la hipertensión, situación que genera una gran preocupación en la región.
“Lo complicado del anuncio es que la gran mayoría de estos son medicamentos de prácticamente uso exclusivo institucional, la insulina por ejemplo. Ese desabastecimiento puede generar una crisis donde personas que son insulinodependientes pueden presentar gravedades”, afirmó Andrés Ángel, perteneciente a la Agremiación de Droguerías en el Valle.
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Tanto los distribuidores de los medicamentos, como los usuarios de los mismos, le hicieron una solicitud al Gobierno nacional para que cree estrategias e implemente medidas urgentes con el fin de evitar problemas de salud pública.
“Medicamentos anticonvulsivos para niños con enfermedades huérfanas, el cannabidiol, urbanal, o como el ácido valproico. Preocupa mucho porque vemos las urgencias colapsadas en el Valle, ya los pacientes tienen que recurrir a comprar sus medicamentos, porque no pueden esperar”, dijo Luciano Calderón, vocero del Movimiento por la Salud del Valle del Cauca.
El Invima se pronunció al respecto de esta problemática y aseguró que la mayoría de estos casos corresponden a “temas estructurales” de fabricación. La entidad se dirigió a los titulares e importadores “para que informen, de manera inmediata, sobre el estado de los productos”.
Por otro lado, también señaló que la escasez de insumos o de materia prima, insuficientes oferentes, dificultades logísticas y un aumento de la demanda son las principales causas de desabastecimiento que atraviesa el país. Frente a esta situación, la entidad confirmó que está trabajando de la mano con el Ministerio de Salud y Protección Social “a través de mesas de trabajo con productores, titulares, pacientes y sociedades científicas para encontrar la raíz y buscar soluciones entre todos”.
Además, el instituto aseguró que tiene como objetivo implementar estrategias de gestión, como por ejemplo la priorización de los trámites asociados al registro sanitario y la autorización de Importación por única vez.
Menor murió esperando un tratamiento para la epilepsia
Un hecho que generó indignación debido al desabastecimiento que vive el país fue el de una menor de cinco años de edad que falleció esperando un fármaco para tratar la epilepsia. Su madre, Heidy Jineth Pulido, pidió en repetidas ocasiones para que se los proporcionaran a tiempo. Sin embargo, esto nunca pasó.
De acuerdo con RCN, la mujer afirmó que “cada frasco vale aproximadamente $40.000 y mi hija se tomaba seis en el mes, entonces solo pude comprar dos. Ya llegaba el momento en el que uno tenía que elegir si usar ese dinero para las citas médicas, para su tratamiento, para su terapia o simplemente para comer”.
La menor, que se llamaba Valentina, debía recibir un total de tres medicamentos para controlar el trastorno que padecía, pero apenas le llegó uno. La niña tuvo una convulsión, fue trasladada a una institución médica en Bogotá, pero lamentablemente falleció.
“Como la carbamazepina, el ácido valproico, el clonazepam o el diazepam que tienen muchos años en el mercado colombiano, y otros que son nuevos, se ha encontrado la dificultad de que el paciente pueda llegar a adquirirlo o a recibirlo”, afirmó la directora ejecutiva de la Asociación de la Industria Farmacéutica colombiana, Clara Rodríguez, en diálogo con Noticias Caracol.
De acuerdo con el medio anteriormente mencionado, en el país hay diez medicamentos que se usan para tratar las convulsiones. Estos necesitan de un estudio de bioequivalencia que tiene un costo de $500 millones por cada uno.