En 2023, el sueldo medio que pagan las empresas en España ha crecido un 4,7%, según indica la Encuesta Anual de Coste Laboral del año que difunde el INE, lo que sugiere un comienzo de recuperación contra la inflación generalizada que se desató a mediados de 2021. Comparando este dato con otra estadística clave, la inflación se situó en 2023 en 3,5%, lo que sugiere que el mercado laboral está recuperando capacidad adquisitiva con respecto a los años previos, condicionados por la pandemia de covid-19.
Pese a que el sueldo medio creció a un ritmo parecido en 2022, en términos reales (en relación al poder adquisitivo) los salarios sufrieron una devaluación evidente. La inflación cerró el año con un aumento del 8,4% de media, mientras que el aumento de las retribuciones laborales solo fue del 4,6%. En 2023, los salarios recuperaron terreno y ganaron 1,2 puntos a los precios, pero un producto que no contempla la inflación ha condicionado por completo el poder adquisitivo de las familias: la vivienda.
El año pasado, los españoles destinaron en promedio el 43% de su sueldo bruto al pago del alquiler de su vivienda, lo que representa un incremento respecto al 41% registrado en 2022 y se convierte en el porcentaje más alto de los últimos cinco años, según un estudio de Fotocasa. Este porcentaje del 43% está muy por encima del 30% recomendado por los organismos europeos, lo que evidencia un esfuerzo económico significativo para los inquilinos en España. En comunidades como Baleares, Madrid y Cataluña, el porcentaje de sueldo destinado al alquiler supera el 50%, con Baleares alcanzando el 63%, Madrid el 62% y Cataluña el 58%.
España, entre los países donde los salarios reales han disminuido más desde 2019
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha subrayado en su último informe anual sobre empleo que España se encuentra entre los países donde los salarios reales han disminuido más desde el inicio de la pandemia. A pesar del ya mencionado crecimiento salarial, que superó a la inflación, el valor real de los salarios sigue siendo más bajo que en 2019. Esta situación coloca a España en el séptimo lugar entre los países donde más poder adquisitivo han perdido los sueldos, solo superada por Dinamarca, Finlandia, Italia, República Checa y Suecia.
“Casi la mitad de los países de la OCDE, incluidos los vecinos Portugal y Francia, han recuperado con éxito los niveles salariales reales anteriores a la crisis o los han superado”, agrega este organismo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) y el reciente análisis de la OCDE coinciden en que la recuperación del poder adquisitivo en España será esencial para el crecimiento económico del país en los próximos años. Si los salarios continúan incrementándose, y las tasas de inflación y de interés se moderan, se espera que el consumo y, por consiguiente, el PIB se aceleren. No obstante, existe una problemática social que dificulta esta evolución.
El complejo acceso a la vivienda lastra el poder adquisitivo
Mes a mes, los precios del alquiler pulverizan récords, sobredimensionados por la falta de oferta de viviendas en renta y por el incremento generalizado de la demanda. En los últimos 12 meses, el precio del alquiler se ha incrementado en un 13,2%, hasta cerrar junio con el metro cuadrado a 11,55 euros. Si miramos la evolución de los precios de arrendamientos urbanos, este porcentaje se dispara desde 2019, último año antes de que estallara la pandemia. En este lustro, el alquiler se ha encarecido un 25% de media en España, pasando el precio del metro cuadrado de los 9,20 euros que se pagaban en 2019 a los 11,55 que se pagan ahora, según datos del portal inmobiliario pisos.com.
A juicio de Francisco Iñareta, portavoz de idealista, estas subidas evidencian el “fracaso de todas las medidas y políticas que se han tomado en materia de alquiler y que culminaron hace un año con la Ley de Vivienda”. Considera que “todos los indicadores, como la oferta y la presión de la demanda, muestran que la situación sigue empeorándose”. Pese a la subida del alquiler, muchos analistas consideran que el precio está aún lejos de tocar techo.
Aún hay margen de remontada, y para que estas previsiones no se cumplan, Iñareta recomienda a las administraciones “tomar medidas valientes que devuelvan la confianza de los propietarios en el mercado”, ya que “insistir en una regulación que claramente ha resultado fallida o seguir esperando que se desplieguen los efectos de la Ley de Vivienda solo empeorará significativamente la situación de miles de familias vulnerables”.