La magistrada Isabel Perelló ha tomado posesión este miércoles en el Tribunal Supremo como nueva presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del alto tribunal.
En un acto en el Salón de Plenos del Supremo, Perelló ha estado apadrinada por los magistrados Andrés Martínez Arrieta, de la Sala de lo Penal, el más veterano, y Antonio García, de la Sala de lo Civil, el más nuevo.
El encargado de abrir el acto ha sido el presidente saliente del alto tribunal, Francisco Marín Castán, que ha impuesto a Perelló el collar de la Justicia como símbolo de la alta magistratura que va a ejercer.
“En este momento tomo posesión como presidenta del Tribunal Supremo y, por ende, del CGPJ”, ha anunciado Perelló, dando por concluido el acto, que ha durado escasos minutos. La primera intervención de Perelló se espera este jueves, en la apertura del año judicial.
Por parte del Gobierno han asistido el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. También han estado presentes el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol.
La nueva presidenta del CGPJ ha tomado posesión en la sede del alto tribunal después de prometer a primera hora de la mañana ante el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela su nuevo cargo, que la convierte en la primera mujer al frente del Poder Judicial español.
Perelló fue elegida este martes tras cinco reuniones desde que los 20 vocales –diez progresistas y diez conservadores– tomaron posesión el pasado julio, al renovarse el CGPJ tras cinco años con el mandato caducado. Desde los siete candidatos iniciales, finalmente acordaron dirimir entre las candidaturas de la también magistrada del Supremo Ana Ferrer y de Perelló, para decantarse por la segunda.
QUINCE AÑOS EN EL TS
Fue la ponente del auto por el que el Supremo rechazó hace un año la petición del PSOE de revisar los votos nulos de las elecciones generales del 23 de julio en la provincia de Madrid al considerar que “la mera diferencia numérica en los resultados” que se aducían en este caso (1.200 votos) no era “base suficiente” para la revisión.
Aunque no era uno de los asuntos que suele llevar, Perelló formaba parte de la Sala de Vacaciones en la que recayó y que consideró que el PSOE no había aportado “datos aritméticos o cálculos estadísticos solventes” que permitieran verificar, “tan siquiera hipotéticamente”, la relevancia de la revisión de voto en el resultado final de los comicios.
Hasta su nombramiento, Perelló integraba la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS, donde se encargaba de los recursos que emanan de organismos reguladores como CNMV, CNMC o Banco de España, entre otros. También se ocupaba de los asuntos relativos al Consejo de Transparencia, transportes, telecomunicaciones y subvenciones.
Responsable en su mayoría de asuntos económicos, ha tenido un perfil poco mediático durante los 15 años de magistrada en el Supremo, donde ingresó en 2009. Desde su acceso a la carrera judicial, en 1985, ha pasado por juzgados de primera instancia e instrucción de Mahón (Menorca), la Audiencia Provincial de Barcelona y en los tribunales superiores de justicia de Cataluña y Andalucía. También ha pasado por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
Además, fue letrada del Tribunal Constitucional entre 1993 y 2003 y el año pasado formó parte de la lista que los vocales progresistas lanzaron a sus compañeros conservadores para elegir a los dos candidatos del CGPJ para el TC.
Perelló, cercana a la magistrada y ministra Robles, y miembro de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), se ha erigido como la única candidata capaz de sumar los apoyos de ambos bloques del órgano de gobierno de los jueces, imponiéndose a nombres como Pilar Teso o Pablo Lucas –percibidos igualmente como moderados– o la también progresista Ferrer.