Varios municipios de Bolivia, en especial de la región chiquitana del departamento de Santa Cruz, están atravesando semanas críticas por la mala calidad del aire, debido al humo de los incendios forestales provocados con fines agrícolas que no logran ser controlados.
“El humo es tan espeso que no podemos ver más de 100 metros”, publicó ayer la cuenta en Facebook de la Diócesis de San Ignacio de Velasco y compartió imágenes tomadas desde el campanario que muestran a la ciudad cubierta bajo el manto gris del humo.
En la comunidad rural de Santa Mónica se ha dispuesto la evacuación de niños, mujeres y personas mayores hacia la zona urbana de Concepción donde se registran un nivel menor de contaminación.
Mientras el fuego se expande, dirigentes comunales claman por ayuda y afirman que se les agotan los recursos disponibles para hacer frente a la emergencia. “Hay muchas comunidades que tienen incendios grandes. De la zona (Santa Mónica) han evacuado a los ancianos que estaban con sangrado en la nariz y otros con presión alta y problemas respiratorios. También se han suspendido las clases”, informó Ignacia Supepi, dirigente de la comunidad Río Blanco, según cita el periódico El Deber.
En otros lugares de la turística e histórica región de la Chiquitanía también se registran enfermedades respiratorias por el humo y se han suspendido operaciones en aeropuertos locales por la poca visibilidad, al igual que el aeropuerto de la ciudad capital de Trinidad, en Beni.
Sin duda la situación en las comunidades rurales es crítica pero la humareda también afecta a las ciudades. Según datos del Viceministerio de Medio Ambiente y Agua, siete ciudades capitales del país registran índices de calidad de aire que van de “malo” a “extremadamente malo”.
En Bolivia existe la costumbre de quemar la tierra en esta época del año con fines agrícolas en una práctica que se denomina “chaqueo” y que debería ser controlada pero que a menudo se sale de control por el viento y la sequía.
Pese al daño ambiental y a los problemas en la salud que se generan por el humo, las “quemas controladas” están amparadas por un marco legal que el Gobierno se niega a derogar pese a la insistencia de activistas y organizaciones de la sociedad civil.
Ante la expansión del fuego, el Gobierno sostiene que atiende las emergencias pero que “son difíciles de controlar”, según explicó viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes e indicó que han movilizado a más de 500 bomberos en distintas operaciones.
Entre 2,9 y 4 millones de hectáreas quemadas en lo que va del año
La información sobre superficie quemada varía según las fuentes consultadas. El Gobierno informó que 2,9 millones de hectáreas han sido afectadas por los incendios en 20 municipios del país, concentrados en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando.
Sin embargo, la Fundación Tierra – especializada en la investigación en desarrollo rural sostenible- estima el daño en 4 millones de hectáreas, de las cuales un millón estaría en áreas protegidas. La organización privada calcula que solo en Santa Cruz se quemaron 2,6 millones de hectáreas.
El Observatorio Bosque Seco Chiquitano reportó que son en total seis áreas protegidas las que están afectadas por el fuego, entre ellas el parque nacional Noel Kempff Mercado, declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, según información publicada por la agencia EFE.