Marbelle volvió a llamara la atención tras sus declaraciones en redes sociales sobre el uso del software de espionaje Pegasus luego de que el presidente Gustavo Petro llevara a cabo una alocución.
A través de su cuenta de X, la artista comentó que “Care crimen dijo que después hablamos del paro, eso ahorita no es tan importante como su amado PEGASUS… el de Panamá”, lo cual generó un acalorado debate sobre las prioridades del Gobierno y la utilización de tecnologías de vigilancia.
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Lo más curioso es que Marbelle habló de Panamá, país donde Pegasus ya hizo de las suyas y es que este software fue adquirido en ese país en 2012 durante el mandato del expresidente Ricardo Martinelli. Pegasus fue utilizado para interceptar las comunicaciones de políticos, empresarios y periodistas sin autorización judicial, lo que derivó en el caso conocido como “Pinchazos”. Martinelli enfrentó varios juicios por violaciones a la privacidad y derechos humanos debido a este hecho.
Las palabras de Marbelle en sus redes sociales han generado reacciones diversas. Algunos usuarios apoyan su postura, señalando que el Gobierno debería concentrarse en atender y resolver los problemas internos y las demandas sociales. Otros, en cambio, critican a la cantante, considerando sus comentarios inapropiados y fuera de contexto.
Sin saber si lo hizo con o sin intención, la mayoría de los internautas obvio el hecho de que ella mencionara a Panamá y se centró en el supuesto delirio que tiene el presidente frente al hecho de que se siente “chuzado”. “El vive obsesionado con el tema de las CHUZADAS”, aseguró uno de los usuarios.
Pegasus en Panamá
En Panamá, el uso del software de espionaje Pegasus comenzó en 2012 y se prolongó hasta mayo de 2014, según información del Ministerio Público de ese país. Este software, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, se convirtió en un tema de gran relevancia después de que una investigación de The Washington Post y 16 medios asociados revelaran su empleo para espiar a más de 50.000 teléfonos en todo el mundo desde 2016.
La investigación, realizada con datos proporcionados por Forbidden Stories y Amnistía Internacional, pone de relieve que Panamá ya tenía experiencia con Pegasus incluso antes de esta expansión global de la vigilancia. A nivel local, esta tecnología de espionaje se da en el contexto del juicio contra el expresidente Ricardo Martinelli por el conocido caso de los pinchazos.
En ese juicio, que comenzó en el 2021, se discutía el uso del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) para vigilar a al menos 150 personas entre los años 2012 y 2014. Este sistema de espionaje, que habría costado unos 8 millones de dólares, el de Colombia costó 11 según el presidente Petro, se operaba desde el edificio Oceanía, según los informes disponibles.
Durante el juicio de Martinelli, destacaron los testimonios de los querellantes Balbina Herrera y Mitchell Doens, mientras que Juan Carlos Navarro, Mauro Zúñiga, Rubén Polanco y Rosendo Rivera desistieron de la querella. La Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada seguía presentando pruebas para demostrar cómo el CSN usó Pegasus para espiar a estas personas.
El informe de The Washington Post recalca que Pegasus, una herramienta avanzada de espionaje, sigue siendo objeto de investigación en diversos países debido a sus capacidades invasivas y su uso en prácticas de vigilancia que preocupan a organizaciones defensoras de los derechos humanos.
En Panamá, este software de espionaje fue un elemento crucial durante la administración de Martinelli, y su utilización no autorizada es uno de los puntos centrales por los cuales el expresidente enfrenta procesos judiciales. Este episodio muestra los riesgos asociados a la tecnología avanzada de vigilancia y la necesidad de incrementar las medidas de regulación y supervisión para prevenir abusos.
Sumado a Panamá, México y Colombia, Pegasus también tiene procesos abiertos en Francia, España y Estados Unidos, de hecho, el Tribunal Supremo de EE.UU., en 2019 admitió una demanda de Meta, propietaria de WhatsApp, en contra NSO Group Technologies dueña del software de espionaje.
Según la demanda, el software habría sido utilizado para espiar a aproximadamente 1.400 personas, entre las cuales se incluyen periodistas y activistas.